El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, rechazó ayer que la Argentina tenga que hacer una devaluación del peso como sugirieron dirigentes opositores, y dijo que esa medida "no será necesaria porque habrá mejores condiciones estructurales para la economía" y "habrá reservas genuinas".
Al brindar su informe de gestión ante la Cámara de Diputados, Rossi dijo que tiene "plena conciencia de que este es un año difícil para los argentinos", pero señaló que "las condiciones estructurales de la economía comienzan a cambiar en la finalización de este año, recaudando y recibiendo reservas genuinas".
En ese contexto rechazó propuestas de dirigentes de Juntos por el Cambio (JxC) y dijo: "Descreo de aquellos que dicen que si ganan las elecciones lo que tienen que hacer es una devaluación brusca para duplicar la inflación, duplicar la pobreza, duplicar la indigencia".
Sobre la política para incrementar las reservas, el funcionario dijo que "la ampliación del swap se utilizará para seguir fomentando las importaciones de China", para que "sean utilizadas en esa moneda y no afecten las reservas en dólares" y la posibilidad de "ir logrando ese mismo mecanismo con Brasil".
Agregó que también hay una seria posibilidad de que Argentina empiece a estar asociada al banco de los BRICS "a partir del mes de agosto" y aseguró que "si eso es así, nosotros vamos a poder contar con esta línea de financiamiento de las importaciones brasileñas a la Argentina y también ahí generar un alivio a lo que significan las reservas".
Rossi señaló que el próximo año la Argentina tendrá "una balanza comercial favorable, posibilidad de sostener su crecimiento económico, va a fortalecer su cantidad de reservas en el Banco Central, va a poder tener una mirada mucho más severa sobre el tipo de cambio y, si la tiene, lograr una curva descendente de la inflación y una mejora del poder adquisitivo del salario".
En este contexto, fustigó con dureza a los diputados de JxC que cuestionaron al Gobierno. "No nos entregaron Disneylandia, nos entregaron un país con el 55% de inflación, con una desocupación del 10%, con tres años de recesión y con un endeudamiento con el FMI que nunca la Argentina había tenido", afirmó.