La presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribará hoy a Río Gallegos (Santa Cruz) para realizar anuncios e inaugurar obras del ámbito de la salud, en medio del paro de trabajadores municipales que ya lleva 120 días.

El acto en el que estará su hijo Máximo Kirchner, primer candidato a diputado nacional por el oficialista Frente para la Victoria, y su cuñada Alicia Kirchner, ministra de Desarrollo Social y candidata a la Gobernación, está previsto para las 18 en el gimnasio municipal “Lucho Fernández” y tendrá un fuerte operativo de seguridad.

Según se informó, la mandataria inaugurará un nuevo Centro Articulador de Políticas Sanitarias, realizará anuncios en materia de política de salud y entregará vehículos a la Policía de Santa Cruz. Para ajustar los detalles del operativo, ayer llegó a la provincia el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien organizó al personal de distintas fuerzas y el sobrevuelo de helicópteros sobre la ciudad. Berni justificó la presencia de gendarmes que llegaron de Río Turbio, El Calafate y en un vuelo de un Hércules C-130 con brigada antidisturbios “para garantizar las rutas despejadas” por orden de la jueza federal subrogante Andrea Askenazi Vera por el corte de ruta que efectuaron el martes por la tarde trabajadores municipales. Para ayer se esperaba la llegada de un nuevo embarque de gendarmes ante el temor de la protesta de trabajadores municipales.

El martes pasado, la municipalidad de Río Gallegos pagó sólo el 60 por ciento del salario de los trabajadores correspondiente a junio, lo que generó el rechazo del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM). Los trabajadores municipales descargaron su enojo por el retraso en el pago de sus haberes del mes de junio: algunos empleados cortaron la ruta y realizaron “escraches” a funcionarios. Tras 120 días de conflicto, la gestión del intendente kirchnerista Raúl Cantín sólo pudo abonar en forma parcial los salarios.

En ese marco, trabajadores municipales pintaron inscripciones en locales partidarios, descolgaron carteles proselitistas del oficialismo y los quemaron frente al Palacio Comunal, donde once trabajadoras mantienen una huelga de hambre desde hace siete días.

En tanto, la ciudad no cambió nada: la capital luce sucia, con cloacas rebalsadas, basura por todos lados y un descontento público generalizado. Para mitigar este impacto y dar a entender que la llegada de Cristina trae soluciones, algunos militantes comenzaron a prestar el servicio de recolección de residuos, pero en realidad no se hace en toda la ciudad, sino en el sector donde pasará la comitiva de la presidenta. A los pozos y el caos de tránsito, deben agregarse los semáforos que no funcionan, para lo cual los diputados kirchneristas decidieron donar “luces led” para los aparatos de señalización. DyN

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