La presidenta Cristina Fernández recibió ayer en la Quinta de Olivos al ministro de Desarrollo de Brasil, Fernando Pimentel, en un encuentro que ambos gobiernos trataron de mantener en secreto ante la crisis del comercio que atraviesan los dos principales socios del Mercosur.
Analista brasileños consultados advirtieron que el carácter reservado que tanto Argentina como Brasil trataron de darle al encuentro pone en evidencia el delicado escenario que afecta a los dos países.
Entre otros puntos, Pimentel tenía en agenda el tratamiento de la situación de las empresas de su país en la Argentina afectadas por el cepo cambiario que impone el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Por un lado, la filial de Petrobras en el país tiene decidido retirarse del mercado local, que se suma al abandono de inversiones en Río Colorado, Mendoza, de la minera Vale. Pero por otro lado, ambos países se encaminan a prorrogar por lo menos por 18 meses la Política Automotriz del Mercosur (PAM) que determina el comercio administrado de vehículos entre ambas naciones, y del mismo modo las decisiones de inversión de las casas matrices. La PAM, que vence a fin de este mes, tendría que ser reemplazada por otra o prorrogada, ya que de lo contrario comenzaría a regir libre comercio de autos entre los dos países, una concesión que Buenos Aires no tiene previsto hacer.
