El futuro del gasoducto Néstor Kirchner quedó sumergido en la incertidumbre tras la renuncia del titular de la unidad ejecutora del proyecto, Antonio Pronsato. El exfuncionario, que supo integrar los equipos del exministro Julio de Vido en Planificación Federal, confirmó su dimisión a medios nacionales.
Pronsato no dio a conocer los motivos de su renuncia, que de todos modos se produjo en medio de la demora del proyecto que lo tenía como principal impulsor dentro de la estructura de Enarsa, hoy en manos de La Cámpora a través del gerente general Agustín Gerez y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo.
Aunque el Gobierno da como un hecho el avance de la obra que, con una inversión de 3.400 millones de dólares, se propone multiplicar "el potencial energético, la producción y exportaciones" argentinas, lo concreto es que la licitación nunca fue lanzada.
Enarsa (Energía Argentina Sociedad Anónima) fue creada en el año 2004 por el fallecido expresidente Néstor Kirchner con el objetivo de unificar bajo una sola empresa las iniciativas y controles del Estado sobre la exploración y explotación de los yacimientos de hidrocarburos, así como de la prestación del servicio público de transporte y distribución de gas natural, y la generación, transporte, distribución y comercialización de energía eléctrica.
De hecho, luego de que trascendiera la renuncia, la Casa Rosada salió ayer al mediodía a destacar las virtudes del proyecto que unirá la formación neuquina de Vaca Muerta con el centro del país. Pese a las demoras en la licitación y los inconvenientes expresados por los operadores para ingresar materiales (a causa de las restricciones en las importaciones), el Gobierno afirmó que el inicio de la obra "se estima para el mes próximo" y que "generará aproximadamente 6000 puestos de trabajo directos e indirectos", según afirmó la exsenadora santafesina y actual directora del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), María de los Ángeles Sacnun.
Con todo, ayer se conoció que Pronsato renunció a la titularidad de la unidad ejecutora de Enarsa a cargo del gasoducto, según publicó el sitio EconoJournal, especializado en energía. Consultados sobre los motivos, fuentes oficiales no dieron respuesta.
Entre los posibles motivos de la renuncia se menciona que el contrato con SIAT (la subsidiaria de Tenaris) para empezar a fabricar los caños del gasoducto aún no fue firmado. Además, la licitación de la construcción de la obra aún no está en la calle, lo que habría también impulsado la decisión de Pronsato.
También hay otro factor que puede haber provocado la renuncia: la unidad ejecutora de Enarsa ya consiguió la aprobación de los estudios de impacto ambiental de tres de las cuatro provincias que serán atravesadas por la traza del gasoducto: Neuquén, Río Negro y La Pampa. ¿Cuál es la única que aún no dio el OK? La provincia de Buenos Aires, gobernada por Axel Kicillof que, en teoría, dado su alineamiento con la vicepresidenta Cristina Kirchner, debería haber sido el primero en prestar conformidad. Sin embargo, funcionarios del Organismo de Desarrollo Sustentable provincial reclaman un cómputo de costos del proyecto antes de aprobar la evaluación ambiental.
El gasoducto, que permitirá transportar gas desde Vaca Muerta a la provincia de Buenos Aires, es una de las obras de infraestructura más importante proyectada por el Gobierno. La construcción fue anunciada oficialmente hace más de un mes, el 21 de abril pasado por el presidente Alberto Fernández.
Según datos oficiales, la obra permitirá en su primera etapa incrementar la capacidad de transporte en cerca de 19 millones de metros cúbicos de gas diarios para reemplazar la importación de combustibles y fortalecer el abastecimiento de usuarios y usinas de generación eléctrica en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA).