La empresa coreana Samsung retomó la producción de notebooks en Argentina después de 11 años y en julio próximo lanzará al mercado los primeros equipos con un precio 10% menor que un modelo similar tiene en el exterior, anunció el director de negocios mobile de la marca, Rodolfo Romeo.
"La última tecnología en el mundo va a estar acá en Argentina", dijo el ejecutivo en diálogo con Télam.
Romero detalló que en la planta que la firma -socia de Samsung- tiene en Garín producirá cinco modelos de notebooks de la familia Galaxy Book 3, que tendrán procesadores de decimotercera generación.
Desde Mirgor dijeron a Télam que esta nueva línea de producción generó 50 nuevos puestos de trabajo directo en la planta. El centro logístico, ubicado en Garín, cuenta con casi 24.000 metros cuadrados (m2) de superficie, 8.300 posiciones de pallet de diferentes configuraciones, 3.000 m2 de almacenamiento en bloque, 10 docks de carga y 15 de descarga, seguridad electrónica, y monitoreo 24 hs, precisó la empresa productora.
"La producción nacional te garantiza abastecimiento semanal, la marca ve que su producto tenga el precio correcto, puede empujar iniciativas de posventa; una vez que tenés el supply (abastecimiento) constante cambia bastante", sostuvo Romeo.
Explicó que en el mercado argentino "al no haber quién fabrique localmente, los precios están un poco distorsionados" en el segmento premium, en el cual por ahora "para tener el producto hay que importar". En su opinión esta situación puede generar que quien hizo la importación de esos productos que no se hacen en el país "tenga una oportunidad de precio que tal vez no es la correcta con el producto que importó. Eso es lo que busca romper la producción local", subrayó.
El ejecutivo explicó a Télam que el proyecto para producir localmente las notebooks, comenzó hace tres años, debido a que en el segmento premium la notebook "era el producto que nos faltaba para completar el ecosistema" de la marca, que también produce en Argentina televisores, heladeras, tablets y celulares.
"Esta categoría -notebooks- ya la habíamos trabajado en Argentina, en el año 2014 vendimos las últimas unidades", recordó el ejecutivo. Argentina fue tradicionalmente una fuerte productora de computadoras de escritorio y notebooks, con fábricas en diferentes puntos del país hasta que en el año 2017 la gestión de Gobierno de Mauricio Macri bajó a cero el arancel de importación de productos terminados lo que derivó en el cierre de fábricas y pérdidas de empleo.
El Gobierno de Alberto Fernández elevó de 0% a 8% y 16% el arancel que pagan las computadoras y otros equipos tecnológicos terminados cuando ingresan al mercado local.
Consultado al respecto Romeo señaló que "esa decisión reforzó las intenciones de lanzamiento" de las notebooks producidas en el país.
Sobre el precio de los equipos, Remeo señaló que "el ticket promedio en los cinco modelos que lanzaremos es de $550.000, habrá productos de $300.000 y de $800.000" y que el "gap de precio con el mismo producto en el exterior es 10% más barato en Argentina, y con financiación".
Al tratarse de computadoras de producción local "aplica en el plan de pago en cuotas Ahora 12 que es un beneficio muy bueno para el consumidor argentino", y si bien aún no tienen cerradas las financiaciones con retailers y/o entidades bancarias, "estamos haciendo grandes esfuerzos para tener la mejor oferta. Entendemos que nuestro ticket de producto requiere tener financiación asociada porque sino no llegaríamos a los consumidores que queremos", completó.
- Multan a Unilever y a Mastellone
La Secretaría de Comercio multó a las empresas Unilever y Mastellone por $160 millones y $60 millones, respectivamente, por comercializar y exhibir de manera simultánea productos con características similares, pero con etiquetas con variantes casi imperceptibles y a precios sustancialmente diferentes, hecho que incumple la ley de Defensa del Consumidor.
En el caso de Unilever, se le aplicaron dos multas de $80 millones cada una.
Una de ellas es por comercializar la mayonesa Light Hellmanns Doy Pack de 237 gramos en dos presentaciones: una versión con el rótulo del producto y otra con la leyenda "Más Liviana, todo el sabor", que tenía un incremento del 19% respecto al producto original. Además, la firma comercializó el producto CIF ultra brillo de igual composición, pero con etiquetas similares con dos precios sustancialmente diferentes: en ese caso la diferencia era del 64%. En el caso de Mastellone, comercializaba cuatro tipos de leche de la marca La Serenísima también a precios diferentes. El producto era el mismo pero con precios de hasta 33% más altos entre sí.