El presidente Alberto Fernández inauguró ayer el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Juana Azurduy, en el partido bonaerense de Pilar, uno de los 30 establecimientos de este tipo que construyó y finalizó el Gobierno nacional en seis provincias.
El ejecutivo tiene proyectados otros 500 centros más, y durante el acto el jefe de Estado consideró que con estas iniciativas se materializa ‘un derecho que debía ser cumplirlo’.
El de ayer fue el primer acto público tras el cuadro de gastritis erosiva que sufrió en Bali (Indonesia) cuando participaba de la cumbre del Grupo de los 20 países más industrializados (G-20).
El mandatario asistió acompañado por los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; y de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; el intendente local, Federico Achával, y la secretaria de Desarrollo Social del municipio Paula González.
Fernández señaló que ‘hay sectores de la Argentina que han quedado postergados y necesitan de una mano del Estado para poder ayudar a terminar sus carreras, a seguir trabajando, a que sus hijos e hijas crezcan en un lugar digno’. ‘Ya recuperamos un millón trescientos mil puestos de trabajo y seguimos trabajando para que haya más empleo, para que la producción crezca, para que la riqueza se distribuya mejor y para que a nadie le falta la ayuda necesaria’, remarcó Fernández.
Con la mirada puesta en incluir un espacio integral de cuidado de menores de 45 días a 4 años en las localidades más vulnerables del país, la ubicación de los CDI fue definida en base al Índice de Inequidades en la Primera Infancia.
Actualmente, 30 están finalizados: 14 se ubican en Chaco, nueve en Buenos Aires, tres en San Luis, dos en Entre Ríos, uno en Formosa y uno en Jujuy. Cuentan con cuatro salas según las edades, entre ellas la maternal que a su vez tiene un lactario, y las destinadas a menores de 2 a 4 años, que también podrán funcionar como comedor.