Luego de que Alejandro Burzaco, ex CEO de Torneos, confirmara que coimeó a dos funcionarios kirchneristas durante el Fútbol para Todos, aparecieron dos nombres nuevos en la lista de los argentinos que son investigados por el escándalo de corrupción del FIFAGate.

 

Uno era Jorge Alejandro Delhon, quien se arrojó a las vías del tren y se quitó la vida. Este abogado figuraba como contratado por la Jefatura de Gabinete desde 2012 y cumplía tareas en el FPT, que coordinaba su amigo Paladino. Burzaco contó en Nueva York que les pagó US$ 4 millones en coimas entre 2011 y 2014.

 

El otro implicado es Pablo Paladino. El ex CEO de Torneos detalló que lo sobornó entre 2011 y 2014. En ese lapso, Paladino (un ex directivo de Los Andes allegado a Aníbal Fernández , ex jefe de Gabinete) fue coordinador del programa Fútbol Para Todos.

 

La Argentina es el país más salpicado por el caso de corrupción de fútbol mundial. La justicia norteamericana tiene otros siete nombres argentinos que completan la lista de implicados:

 

Alejandro Burzaco

 

El ex CEO de Torneos se entregó en Bolzano, Italia. Luego de declararse inocente de todas las imputaciones, la justicia estadounidense le otorgó el arresto domiciliario bajo una fianza de US$ 20 millones, lo obligó a entregar su pasaporte y lo incluyó en el sistema de monitoreo electrónico. Los cargos son: lavado de dinero, fraude electrónico y crimen organizado, todos en grado de conspiración. Tras sus declaraciones ante la justicia, fueron imputados nuevos dirigentes del fútbol sudamericano.

 

Hugo y Mariano Jinkis

 

Padre e hijo eran los titulares de Full Play, una empresa de marketing deportivo. Como Burzaco, son investigados por cometer los delitos de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico. Se entregaron ante la justicia argentina, donde les impusieron tobilleras electrónicas y 12 millones de pesos de fianza, mientras afrontan el proceso de extradición a Estados Unidos. Full Play controlaba los derechos de transmisión por TV de los partidos de las selecciones sudamericanas.

 

José Margulies

Fue uno de los cuatro acusados en el primer informe. Margulies es un empresario que nació en Buenos Aires, pero que se fue a vivir a Brasil a los 25. Allí se se nacionalizó y desarrolló su carrera en el área de transmisiones de eventos deportivos. No tuvo gran repercusión en un principio porque en la orden de captura aparecía con su segunda nacionalidad. Está acusado de haber negociado pagos ilegales en la venta de derechos de retransmisión de la firma Traffic. Es el único prófugo de la causa.

 

José Luis Meiszner

Fue el primer dirigente argentino involucrado que se entregó, aunque solicitó la prisión domiciliaria. Meiszner, que tenía pedido de captura internacional, fue presidente de Quilmes y Secretario General de Conmebol. En su momento, la defensa había solicitado la prisión domiciliaria alegando que tenía problemas de salud: “Sufre problemas cardíacos. Además, tiene un cuadro de depresión por la situación que está viviendo”, dijo su abogado.

 

Eduardo Deluca

Fue acusado en el último informe del FIFAGate, donde aparece junto a Meiszner. Hernán Caremi, abogado de Deluca, pidió la prisión domiciliaria por “el estado de salud” del dirigente. Deluca presenta “un cuadro de obesidad crónica con hipertensión, riesgo coronario y diabetes”. Es la tercera presentación que hace Deluca, pero la primera como acusado.

 

Co-conspirador #1

El último informe publicado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos incluye a Julio Grondona como el “Co-Conspirador #1” de la investigación por el FIFAGate, aunque evita nombrarlo a lo largo de 240 fojas. “Fue un dirigente de alto rango en la AFA, la FIFA y Conmebol”, dice al presentarlo. Después, señala que “fue presidente de AFA desde 1979 hasta su muerte en 2014”. “Como pasó con el acusado Jack Warner, los acusados Nicolás Leoz y Ricardo Teixeira, junto con el Co-Conspirador #1, utilizaron su poder e influencia para enriquecerse ilegalmente”, agregan.