La gran polémica de la caótica sesión en la Cámara de Diputados en donde se iba a debatir la reforma previsional fueron los 129 diputados que se necesitan para alcanzar el quórum y dar inicio a la orden del día. Cambiemos lo logró en dos oportunidades, aunque tan solo por unos segundos, lo que suscitó sospechas por parte de la oposición, que acusó al oficialismo de sentar en las bancas a los legisladores Jorge Enriquez y Astrid Hummels, que debían jurar esta misma tarde.
Sin embargo, efectivamente Cambiemos consiguió el quórum sin utilizar “diputruchos”, como acusó el Frente para la Victoria. Por supuesto, esa fuerza tenía presentes a sus 105 diputados. Iban a ser 107 cuando juraran Enriquez y Hummels.
A los 105 del oficialismo, hay que sumarle 4 de Córdoba (Juan Brügge, Leonardon Cassineiro, Martín Llaryora y Alejandra Vigo); 4 de Misiones (Daniel Di Stefano, Jorge Franco, Flavia Morales y Ricardo Wellbach); 3 de Evolución Radical (Martín Lousteau, Carla Carrizzo y Teresita Villavicencio); 3 de Tucumán (José Orellana, Gladys Medina y Pablo Yedlin); 3 de Santiago del Estero (Hugo Infante, Mirta Pastoriza y Graciela Navarro); 2 de Catamarca (Silvana Ginocchio y Gustavo Saadi); 2 de Chaco (Juan Mosqueda y Elda Pertile); el sanjuanino Enrique Allende; el justicialista Alberto Roberti y Alfredo Olmedo.
De esta cuenta se desprende que el bloque Justicialista que comanda Pablo Kosiner y el Frente Renovador finalmente habían tomado la decisión de no dar el quórum y solamente bajar a debatir si Cambiemos lo conseguía por sus propios medios. El Frente para la Victoria, por su parte, siempre se mostró más combativo y fue quien más bregó para que se suspendiera la sesión.