Con la satisfacción del deber cumplido, anoche emprendió el regreso a la Argentina la comitiva legislativa que viajó a Washington fue a respaldar al país en la pelea con los fondos buitres ante el inminente fallo de la Corte Suprema de los EEUU que desde hoy analiza si acepta o rechaza intervenir en el caso.
Si la Corte Suprema tome el juicio entre Argentina y los acreedores que no aceptaron entrar a los canjes de deuda (holdouts) realizado en 2005 y 2010, podría pedir la opinión del Gobierno de Barack Obama. En este caso, Argentina corre con ventaja porque EEUU ya se ha manifestado públicamente a favor de la postura de Argentina porque un fallo a favor de los bonistas ‘podría sentar un serio precedentes para las futuras restructuraciones de deuda’ en el mundo. Si la Corte rechaza intervenir quedará definitivamente firme el fallo del juez de Nueva York, Thomas Griesa, que condenó al país a pagar 1.300 millones de dólares, en efectivo y en una sola vez, a los bonistas que no aceptaron los canjes.
‘Estamos confiados en que la Corte de EEUU acepte intervenir en el juicio. Hoy arrancan con el análisis del caso argentino y lo más probable que recién el lunes próximo informen qué decidieron’, contó ayer a DIARIO DE CUYO, el diputado José Rubén Uñac. El legislador sanjuanino contó que pudieron explicar a sus pares de EEUU, tanto demócratas como republicanos, que ‘Argentina solo está defendiendo su derecho a pagar en las condiciones acordadas’ basándose en el principio de ‘inmunidad soberana’ que tiene los países. También reveló que ‘los holdouts han hecho ‘un gran lobby’ en el Congreso de EEUU’. Otra de las clave que Uñac, el senador Ruperto Godoy, y demás legisladores resaltaron en Washington, tanto en el Congreso como en el Banco Mundial, FMI o el Concilio de la Américas, es el cláusula de (pari passu) de ‘igual tartamiento a los acreedores’.
