Sin prisión preventiva. El exsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, fue procesado sin prisión preventiva.

 

El juez federal Luis Rodríguez procesó ayer sin prisión preventiva al detenido exsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, en la causa en la que se investigan irregularidades en el manejo de fondos para la remodelación de la mina de carbón de Río Turbio.

Se trata de una de las causas por la que se encuentra detenido el exministro de Planificación Federal Julio De Vido, y por la cual el juez también procesó ayer a otros 15 imputados. Baratta, considerado el ex número dos de Julio De Vido, se encuentra detenido en el penal bonaerense de Marcos Paz, por decisión del juez federal Claudio Bonadio, en el marco de una causa en la que se investigan irregularidades en la importación de Gas Natural Licuado, durante el kirchnerismo.

En su fallo de ayer, el juez Rodríguez también procesó y dispuso embargos de hasta 250 millones de pesos para el exinterventor del Yacimiento Carbonífero Río Turbio Atanasio Pérez Osuna y el exsecretario de Minería de la Nación Jorge Mayoral, entre otros.

El magistrado procesó a Baratta y a Mayoral como “partícipes necesarios del delito de defraudación por administración fraudulenta cometido en perjuicio de una administración pública”, mientras que a Pérez Osuna lo sindicó como coautor.

La maniobra investigada implica el desvío de fondos por una suma superior a los 250 millones de pesos, que debieron ser aplicados a la remodelación de la mina de Carbón de Río Turbio, en Santa Cruz.

Para el juez, la maniobra fue posible porque se escondió detrás de diversos convenios de cooperación entre YCRT (Yacimientos Carboníferos Río Turbio) y la Fundación Regional Santa Cruz (FRSC), que depende de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). “El convenio celebrado en el año 2008 entre el YCRT y la UTN fue el instrumento legal fundamental a través del cual se orquestó la maniobra defraudatoria, que excediendo y explotando al máximo ese instrumento implicó un claro perjuicio al patrimonio estatal”, sostuvo el juez en su fallo de 387 páginas.

“El andamiaje construido permitió, bajo un aparente cumplimiento de los fines públicos que las entidades persiguen y de las funciones asignadas a cada uno de los funcionarios y empleados públicos involucrados, administrar a discreción y sin limitación normativa alguna fondos públicos que el Estado Nacional expresamente decidió asignar a YCRT”, remarcó el magistrado.

Baratta era el número dos del Ministerio de Planificación Federal. Tuvo un ascenso tan rápido como impensado. Fue uno de los funcionarios más encumbrados del mundo de la energía. “Manejó millones, a telefonazo limpio. Creció a la sombra de su jefe, Julio De Vido y allí desplegó una carrera cuyo ascenso fue tan rápido como impensado”, según medios nacionales.

Hace 15 años Baratta manejaba un taxi y vendía quiniela. Fue en aquel momento cuando un día entró a un bar porteño de Barrio Norte, como tantas veces. Pero ese día cambiaría su vida. Según contó hace poco tiempo a una fuente judicial que lo escuchó en Tribunales, ni bien ingresó lo vio al fallecido expresidente Néstor Kirchner. Y el hombre lo encaró derecho y le pidió trabajo.

El entonces candidato a presidente le dijo que hablara con Julio De Vido (ahora detenido). El exministro lo llevó a su círculo íntimo. Y allí creció. Era el hombre más operativo de De Vido en materia energética. Por su despacho pasó gran parte de la relación con Venezuela y toda la importación de combustibles. Ganó centenares de adversarios a quienes maltrató, según el diario La Nación.