Los jueces Ángel Amadeo Longarte, María Gabriela González y Pablo Farah, integrantes del la Sala II del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta, condenaron a prisión perpetua a Micaela Noemí Colque (25), la mujer que encerró a su hija de dos años en una habitación durante al menos 48 horas y la dejó morir de hambre. No fue lo único. La autopsia confirmó que la víctima, además, tenía varios golpes de vieja data en su cuerpo. Es por eso que la hallaron culpable del delito de homicidio agravado por el vínculo.

El crimen se descubrió el 22 de junio del año pasado en horas de la madrugada, cuando Colque se acercó hasta un centro de salud del barrio San Francisco Solano donde vivía, con la niña en sus brazos y completamente inconsciente. Tal como reveló Infobae, la explicación que dio fue que su hija, identificada como Francesca, “se había ahogado con yogur y galletitas”, pero luego de revisarla los médicos no sólo constataron que la menor ya estaba muerta, sino que presentaba señales de maltrato.

Los exámenes forenses ratificaron lo que los profesionales habían notado en el cuerpo de la menor apenas la vieron. Francesca tenía hematomas, escoriaciones y presentaba un grave cuadro de desnutrición y deshidratación.

La madre quedó inmediatamente detenida, acusada del delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo, en perjuicio de su propia hija. Después, la Justicia le dictó la prisión preventiva y, luego de tres meses, la fiscal Verónica Simesen de Bielke, con los resultados de la autopsia y los testimonios tanto de familiares como de los vecinos, pidió elevar la causa a juicio oral y agravar la imputación por la que fue juzgada. La jueza Edith Rodríguez accedió a la solicitud.

Según había revelado la fiscal en diálogo con Infobae, la madre dejó “sola a su suerte” a la nena el domingo 20 de junio de 2020 hasta el hasta el lunes 21 en horas de la noche, cuando regresó a su domicilio. Durante la investigación se estableció que Micaela se fue a la casa de su madre biológica junto a su hijo de 5 años para festejar el Día del Padre. A Francesca la dejó encerrada en una habitación con el televisor a todo volumen para que nadie escuchara su llanto. Cuando la mujer llegó al centro de salud, Francesca llevaba varias horas muerta y con la temperatura corporal baja.

Francesca, la nena que murió de hambre luego de que su madre la dejara encerrada en una habitación durante dos horas

En la autopsia se estableció una relación directa entre la desnutrición y la falta de deglución de la menor. El tiempo que la nena estuvo sin alimento pudo haber producido esta broncoaspiración que le costó la vida. Después descubrieron que, al morir, Francesca apenas llegaba a los 6 kilos. Cuando le preguntaron si algunas vez tuvo en cuenta lo que le podría pasar a la nena al dejarla sola, la mujer, completamente apática, dijo: “Nunca imaginé que se fuera a morir”.

Un juicio breve y las pruebas contra Colque

Durante el debate oral, que comenzó el jueves de la semana pasada, declararon familiares, otros testigos y el personal médico que atendió a la nena el día que murió. En todos los casos, los testimonios complicaron a la acusada.

Por ejemplo, según informaron desde el Ministerio Público Fiscal salteño, dos vecinas de Colque se refirieron a la relación que mantenían con ella y coincidieron en señalar que la mujer trataba de ocultar la existencia de la menor. Una revelación que coincidió con lo que ocurrió durante las entrevistas con los psicólogos en estos meses que estuvo presa, en las que Colque jamás nombró a su hija. Como si no existiera.

También declaró la madre biológica de la acusada, quien contó cómo se produjo la revinculación con su hija y reafirmó que compartieron ese domingo y lunes juntas. Pero, además, reveló que la joven estaba tranquila junto a su hijo, y que nunca refirió que tenía a Francesca.

Por su parte, la mamá adoptiva de Colque se explayó sobre la relación que mantenían, confirmó también que la acusada nunca le contó que estaba embarazada y que se enteró casi de casualidad cuando fue un día de visita.

De igual forma habló en el juicio el pediatra que cumplía guardia en el centro de Salud donde fue llevada la menor. Dijo cómo fue la entrevista con Micaela, detalló los signos que presentaba el cuerpo de la niña que lo llevaron a dar aviso a las autoridades y puso énfasis en el cuadro de desnutrición severo que tenía la nena.

Después declararon los médicos forenses que vieron el cuerpo de la víctima. Además de confirmar el estado lamentable en el que llegó al hospital, indicaron que el tamaño de sus órganos no correspondían con su edad biológica.

En su alegato, la fiscal Simesen de Bielke solicitó la pena de prisión perpetua, bajo la figura legal por la que finalmente terminó condenada. La defensa, en cambio, pidió una condena a 12 años de prisión efectiva por el delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo. La calificación original.

Antes de escuchar este jueves el veredicto, finalmente, el turno para hablar fue de Colque. Fuentes judiciales señalaron a Infobae que lo único que dijo es que “está arrepentida” de todo lo que hizo y no haber cuidado a su hija. Además, “pidió una nueva oportunidad”. La Justicia la escuchó y también habló.

Infobae