A casi once años del escándalo de la valija de Antoni Wilson, cuando el empresario venezolano fue detenido tras intentar ingresar USD 800.000 sin declarar al país, finalmente el caso prescribió.
El juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola, que se negó a procesar al ex funcionario Claudio Uberti, y el fiscal Pablo Turano, fueron los encargados de cerrar la causa, que reveló los negociados del kirchnerismo con el Gobierno de Hugo Chavez y la existencia de una "embajada paralela" entre ambos países.
En ese momento en la Argentina se llevaba adelante la campaña de Cristina Fernández de Kirchner para las elecciones presidenciales de 2008.
El episodio de la polémica ocurrió la madrugada del 4 de agosto de 2007, cuando la agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) María del Luján Telpuk ordenó abrir una valija del empresario venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson en un avión de la empresa Royal Class contratado por ENARSA (Energía Argentina Sociedad Anónima)y encontró US$790.550.
Tras el escándalo, Uberti debió renunciar como itular del Órgano Contralor de Concesiones Viales (Occovi).
El expediente pasó por tres jueces de primera instancia, por la Cámara en lo Penal Económico y la Casación Federal Penal, y llegó a la Corte Suprema.
La fiscalía de María Luz Rivas Diez probó el rol clave que Uberti asumió desde que detectaron la valija. "Logramos probar que la valija era para el Gobierno. Luchamos contra todo el poder político que protegió a Uberti", dijo em declaraciones al diario La Nación.
En tanto, Antonini Wilson vive en Miami desde donde continúa afirmando que la valija no era suya, sino de Uberti, que nunca volvió a la función pública.
En enero de este año, la Justicia puso a disposición del Estado los USD 800.000 para ser utilizados en la construcción de dos Espacios de Primera Infancia (PI) en las localidades de Tafí Viejo, Tucumán, y de Oberá, Misiones.