El Directorio del Banco Mundial aprobó ayer un nuevo paquete de financiamiento para Argentina con dos préstamos que suman U$S 950 millones que apuntan a reforzar los programas sociales en medio de la recesión.
El primer préstamo será un desembolso rápido de 500 millones, conocido como Financiamiento Programático para Políticas de Desarrollo, para ayudar a cubrir las necesidades presupuestarias del país a fin de "impulsar el crecimiento inclusivo a mediano plazo".
El apoyo del organismo internacional busca mejorar el diseño y el alcance de los programas de protección social, así como la expansión de la cobertura universal de salud a fin de reducir la inequidad.
A su vez, habrá un segundo crédito por 450 millones para el Proyecto de Protección de Niños y Jóvenes, con el objetivo de llegar a 250.000 niños que aún no están incluidos en los programas de asignaciones familiares, incluida la Asignación Universal por Hijo (AUH). Además, se buscará simplificar los procesos de verificación de la asistencia a la escuela y a los controles de salud, requisitos necesarios para conservar la condición de beneficiario de la AUH.
"En estos momentos difíciles, el Banco Mundial ofrece su fuerte apoyo y solidaridad con el país, especialmente a las personas más vulnerables", afirmó Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
"Este financiamiento apunta a proteger a las familias que más lo necesitan", agregó.