El aumento de impuestos a las bebidas alcohólicas en Argentina puede reducir el consumo problemático, sobre todo de los jóvenes, y retrasar la edad de inicio de la ingesta, en un país donde, en promedio, los adolescentes comienzan a beber a los 13 años, reveló un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Las personas ‘son sensibles‘ a los aumentos, según establece la investigación. ‘El efecto de los precios e impuestos sobre el consumo de alcohol en Argentina’, realizada por el economista Guillermo Paraje, por iniciativa de OPS y el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC).
Incrementar los precios de las bebidas alcohólicas ‘no es la única medida que puede tomarse, pero es indispensable considerarla. Debe ser analizado y evaluado como una herramienta sanitaria y no, necesariamente, como una fiscal’, explicó el autor del informe al presentar los resultados en la oficina local de OPS.
En Argentina, los vinos y espumantes no tienen impuestos y las cervezas están gravadas con un 8 por ciento sobre el precio neto facturado por el productor. Además es el país que tiene el segundo consumo anual de alcohol puro por bebedor más alto de América del Sur, con 16 litros, rating que encabeza Perú con 18.4, según detalló la asesora principal en Alcohol y Abuso de Sustancias de la OPS, Maristela Monteiro.
Los argentinos consumen 43 litros de cerveza per cápita al año y esa bebida representa -con una venta anual de 17 millones de hectolitros- el 50 por ciento del consumo total de bebidas con alcohol. La Argentina se ubica en el puesto 72 del ranking mundial de consumo por cabeza, encabezado por República Checa, Alemania y Austria.
De acuerdo con cifras oficiales, la edad de inicio de consumo de alcohol en Argentina es a los 13 años.
Globalmente, se calcula que el uso nocivo del alcohol causa cada año 2,5 millones de muertes y una proporción considerable de ellas corresponde a personas jóvenes. Las consecuencias del consumo problemático en los adolescentes están asociadas a daño cerebral y déficits neuro-cognitivos, lo que tiene efectos sobre el aprendizaje y desarrollo intelectual, explicó el organismo internacional.
Añadió que en América, el alcohol representa el primer factor de riesgo y es responsable por el 5,6 por ciento de todos los decesos, en tanto, unos 320.000 jóvenes de entre 15 y 29 años mueren en la región por causas relacionadas con el alcoholismo.
El consumo nocivo de bebidas alcohólicas aumenta también la carga de morbilidad relacionada con múltiples enfermedades, tales como la tuberculosis, la infección por VIH/Sida y el cáncer, y está relacionado con muchos problemas graves de índole social y del desarrollo, en particular, la violencia, el descuido y maltrato de menores y el ausentismo laboral, agregó OPS.
De la presentación del estudio participaron la representante de OPS en Argentina, Maureen Birmingham, el consultor en Enfermedades no Transmisibles de la organización, Sebastián Laspiur, la subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos de la Nación, Marina Kosacoff, delegados de la Comisión de Salud del Senado, representantes del Sedronar, del Ministerio de Economía, entidades médicas y ONGs.
En Argentina, la ley 24.788 prohíbe en todo el territorio nacional la venta de alcohol a menores de 18 años, así como las publicidades dirigidas a ese grupo o que los tengan como protagonistas. Pero la mayoría de los comerciantes no verifican la edad de sus clientes.
