La comunidad judía renovó ayer su reclamo de Justicia al cumplirse 29 años del atentado a la sede de la AMIA en Buenos Aires, pidiendo avances en la causa que investiga el atentado terrorista del 18 de julio de 1994, que mató a 85 personas e hirió a otras 300, al tiempo que solicitó a los candidatos presidenciales que incluyan en sus propuestas acciones concretas contra el terrorismo internacional para "que estos crímenes no vuelvan a suceder".
Como todos los años desde el atentado, a las 9.53 se escuchó el sonido de la sirena que evoca el momento mismo de la explosión en el edificio de Pasteur 633, donde se dieron ayer cita familiares, ciudadanos y funcionarios en memoria de las víctimas y con la consigna "Justicia ausente. Digamos presente".
"Hace 29 años mataron a nuestros hijos e hijas y desde ese momento no podemos disfrutar de su crecimiento", sostuvo el locutor Lalo Mir, que este año condujo la ceremonia desde un palco instalado en la intersección de Pasteur y Viamonte, a metros del edificio que el 18 de julio de 1994 fue todo polvo y escombros.
Tras realizarse un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado, se encendió una vela para recordarlos y sus nombres fueron pronunciados uno a uno, mientras la concurrencia agregaba un sonoro "presente" en medio del frío matinal.
El titular de la AMIA, Amos Linetzky, tomó la palabra y sostuvo que los familiares de las víctimas y la sociedad necesitaban que la fiscalía "presente avances contundentes".