Vocero recargado. Miguel Pichetto opina de los temas calientes de política y economía, sin filtros. A muchos, incluso del palo, incomodan sus dichos.

El candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, sostuvo hoy que "hay que reestructurar" los planes sociales para "alivianar la carga impositiva a la clase media trabajadora y las pymes", cuestionó a los "gerentes de la pobreza" que reciben "muchos recursos del gobierno nacional" y dijo que "decir que la gente no come en Argentina, es una exageración".

Pichetto brindó estos conceptos en declaraciones a radio Mitre, luego de una semana en la que los movimientos sociales protagonizaron acampes y protestas en distintos puntos de la ciudad, y la Cámara de Diputados aprobó en una sesión especial la prórroga de la Emergencia Alimentaria, lo cual implica un aumento en un 50 por ciento de los recursos destinados a este fin, por un monto de $10.000 millones.

"No hay ningún país de América que ponga, en términos porcentuales, la plata que se pone en la seguridad social en la Argentina, ninguno. Supera el 65% el total del presupuesto nacional", remarcó Pichetto.

"Si este tema no se aborda por el gobierno que resulte elegido, la crisis se va a seguir acentuando y lo que se va a seguir consolidando es la estructura de pobreza. Acá esto no va, no camina, es prácticamente inviable. Que los sectores medios, los trabajadores, tengan que sostener con sus impuestos una estructura de gente que no trabaja es inviable, no existe en ningún país del mundo", añadió el senador al que se le termina el mandato el 9 de diciembre.

Además, Pichetto advirtió que le llama "mucho la atención el silencio de la Iglesia" en relación a las protestas en los shoppings por parte de movimientos sociales o de hechos violentos en las calles, y consideró que es necesario "un llamado a la reflexión de que este no el camino para generar reclamos, por más que sean de un contenido legítimo".

Para el senador, los planes sociales "no pueden ser para siempre", y consideró que "es necesario reestructurar" la ayuda social "para alivianar la carga impositiva sobre los sectores medios del trabajo".

En ese marco, cuestionó a los "gerentes de la pobreza", dijo que "hay planeros o piqueteros que tienen un trabajo en negro y cobran el plan", y apuntó específicamente contra el líder de la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, a quien mencionó como "el jefe de una organización de cartoneros que recibe muchos recursos del gobierno nacional".

Y volvió a la polémica por sus dichos sobre el empleo y los planes sociales. "Acá vienen ciudadanos de otros países, en la última etapa han venido venezolanos en un número impresionante, más de 400 mil, están todos trabajando. Todos trabajan en la estructura de servicios, como hoteles, gimnasios, restaurantes". Y remarcó que "la estructura del gasto en Argentina no puede sostener" el actual sistema de planes sociales que, sumado a la Asignación Universal por Hijo (AUH) "inmoviliza a esa gente para que salga a buscar trabajo".

Pichetto también cargó tintas contra la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) después que su presidente, Miguel Acevedo, participara durante la semana en Tucumán de un acto junto a Alberto Fernández y la CGT. "Sólo le faltó cantar la marcha peronista", disparó. De esta manera, Pichetto graficó que "por todos estos hechos de violencia" y la reaparición de "viejos personajes vinculados con Alberto Fernández hace que mucha gente esté repensando su voto para el 27 de octubre", y dijo que el presidente Mauricio Macri "ha superado totalmente el hecho de esa derrota".

 

> Críticas a la ONU por quejas por migrantes

Miguel Ángel Pichetto también salió al cruce de un pedido de la ONU para que el Gobierno derogue un decreto firmado por Mauricio Macri en 2017 que endurece la política migratoria de Argentina, especialmente con los extranjeros que delinquen.

En este aspecto, el candidato consideró hoy que "no hay que cumplir" con esta sugerencia del organismo internacional.

Estas medidas respondían a que no podrán ingresar al país personas con antecedentes penales y también se establecieron formas más ágiles para los procesos de deportación. "¿Por qué no se lo piden a Estados Unidos y países importantes del mundo que cuidan a sus nacionales? ¿Por qué estamos obligados a convivir con delincuentes que han cometido delitos graves, especialmente de narcotráfico? ¿Por qué este país tiene que ser tan sensible a este tipo de reclamos cuando hay que hacer valer la ley nacional?", cuestionó Pichetto.