"No estuvimos paveando dos años". La frase, breve y contundente, apuntó a una de las críticas más ruidosas contra la marcha del gobierno de Mauricio Macri que se escuchó este fin de semana. Sobre todo porque se trató de "fuego amigo". La hizo Carlos Melconian, quien fue eyectado de la presidencia del Banco Nación tras una sorda interna con el hombre fuerte de la Casa Rosada.

 

"Boludeaste dos años con las buenas ondas y ahora vas a recoger inflación en la previa de las elecciones", fue la definición del economista, que todavía se presenta como un "amigo" de Macri, y que apuntó a las últimas decisiones de la gestión de Cambiemos, que concluyeron en el pedido de ayuda financiera al FMI. 

 

"Hay dificultades, pero lo más importante es la responsabilidad de entender lo que se ha logrado, que no creo que sea una cuestión de estar paveando dos años, que se decía en la introducción", afirmó el funcionario, quien es, según lo describió el propio Presidente, "los ojos" de Macri.

 

Peña se refirió así en la entrevista con Luis Majul, en el programa La Cornisa, de América, a las declaraciones de Melconian en un encuentro organizado por una organización ruralista el viernes pasado. Allí planteó severas críticas a la economía, con especial énfasis en las actuación del jefe de Gabinete y de sus dos vicejefes: Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.

 

En el reportaje, Marcos Peña defendió el pedido de asistencia financiera al FMI, advirtió que el equipo económico "vio venir la crisis" y que por eso adelantó las colocaciones en enero, ratificó el gradualismo y pidió "responsabilidad" a la dirigencia para salir de esta complicada coyuntura.

 

En la noche del domingo, el ministro coordinador reconoció que la administración atraviesa un momento "difícil", pero negó que se trate del peor momento de la administración Macri. Según Peña, "estuvimos mucho peor en diciembre de 2015, cuando nos hicimos cargo del Gobierno", y puntualizó la falta de reservas en el Banco Central, la parálisis económica y el aislamiento internacional.

 

De todos modos, admitió: "Perdimos un escalón de confianza, por motivos internos y externos. Estamos ahora un escalón más abajo, para los inversores y para los argentinos, estamos más abajo en la confianza o la credibilidad de que la Argentina pueda llegar al equilibrio".

 

En ese sentido, admitió que "nuestro exceso de entusiasmo nos puede haber llevado a cometer errores", pero evitó dar precisiones. Sí reconoció que "hay un punto" en la subestimación de la meta de inflación.

 

Entre las críticas que rechazó se destaca la que coinciden los principales analistas y dirigentes políticos, tanto de la oposición como también voces oficialistas: la que se refiere a la falta de un ministro de Economía "fuerte" que coordine la gestión. "Acá no hay salvadores en esto. ¿Cómo nos fue a los argentinos con un ministro de Economía fuerte? Mal".

 

Y al ser consultado sobre el rol que tuvo, por ejemplo, Roberto Lavagna como titular del Palacio de Hacienda en las presidencia de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, Peña advirtió: "Hablan ahora y se rasgan las vestiduras y durante cinco años no ajustaron las jubilaciones".