Alentados desde las redes sociales por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, la militancia marchó ayer a Plaza de Mayo para celebrar el Día de la Lealtad y dar una muestra de fuerza y unidad de cara a las elecciones del 14 de noviembre.
Arropados bajo membrete de sindicatos, organizaciones sociales y defensores de los Derechos Humanos, que movilizaron a su gente en colectivos, miles de militantes, un puñado de funcionarios y candidatos coparon la principal plaza de país, originalmente, con la idea de dejar un fuerte mensaje de apoyo al Presidente en un día de alto contenido simbólico para el peronismo. Fue una importante movilización, pero no todo fue color de rosa: hubo críticas para el Presidente y el kirchnerismo duro le marcó la cancha al Gobierno con la consigna de "no pago al FMI".
Uno de los discursos más encendidos tuvo como protagonista a la presidente de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, que sin filtros, usó su tiempo en el escenario para verbalizar una fuerte crítica contra Alberto Fernández.
Como anticipó cuando desembarcó en la plaza, Bonafini apuntó contra la deuda y el gobierno de Mauricio Macri apenas tomó el micrófono. Pero su principal destinatario terminó siendo otro, menos esperado: Alberto Fernández, al que criticó por juntarse con empresarios y a quien le dedicó una "advertencia" electoral directa en el Día de la Lealtad.
El Presidente no se apareció en la marcha ni envió un mensaje a la militancia.
"Lo poco que voy a hablar se lo voy a dedicar al Presidente. Voy a hablar con el Presidente. Yo le quiero decir al señor Presidente que este acto de hoy, por el Día de la Lealtad y por el no pago de la deuda, es el inicio de una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda", arrancó Bonafini.
"Yo le digo al señor Presidente que nos da mucha tristeza porque usted siempre se junta con los ricos: con IDEA, con los grandes empresarios y a nosotros ni nos escucha ni nos mira. Espero que este discurso sí le llegue. Los que estamos acá somos parte del pueblo que lo votó y que lo va a seguir votando si se comporta como debe", advirtió Bonafini.
También fue orador el exvicepresidente de CFK, Amado Boudou, que goza de libertad condicional por la causa Ciccone, la fábrica de billetes que intentó quedarse.
Boudou busca la nulidad de esa causa para sortear también la inhabilitación perpetua que pesa sobre él para ocupar cargos públicos. Y algo de ese deseo se expresó en su discurso: "Formamos parte de un frente y es con todos. También con nosotros es el frente. Nuestra voz también tiene que estar ahí adentro", dijo, en alusión a la Casa de Gobierno que se recortaba sobre las banderas.
Así quedó en evidencia por qué el PJ, o lo que es lo mismo, su presidente, Alberto Fernández, volvió sobre sus pasos y se bajó de la marcha. Por eso, a medida que se acercaba la hora de la marcha convocada por el propio Presidente a las 4 de las tarde, crecía la incertidumbre acerca de un eventual mensaje de Alberto Fernández para la militacia. Pero eso no pasó.
Otro de los que tomó la posta en Plaza de Mayo fue el flamante jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde. El intendente de Lomas de Zamora (con licencia en ese cargo), afirmó que "con Alberto (Fernández), con Cristina (Kirchner) y con Axel (Kicillof) reafirmamos la lealtad con nuestro pueblo".
Antes de llegar a la plaza, Insaurralde había cobrado un anticipado protagonismo en la marcha ya que ingresó al acto con una columna de sindicalistas cantando insultos contra la madre de Mauricio Macri justo en el Día de la Madre.