Pese a que la agencia de calificación Standard & Poor’s rebajó ayer a la deuda de Argentina a la categoría de cese de pagos selectivo, el ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que no puede darse esa situación si hay solvencia y aseguró que ‘mañana -por hoy- será otro día y el mundo seguirá andando‘.

A pesar de que el miércoles era clave para el futuro de Argentina, una vez se anunció el temido cese de pagos (aplicable sólo al pago de 539 millones retenido en Bank of New York Mellon) y se anunció que no había acuerdo entre el país suramericano y los fondos buitres, las versiones sobre los efectos de esa situación variaron según las partes.

Kicillof rechazó la calificación de default porque la situación en el que se encuentra Argentina, que ha pagado la deuda pero el dinero está congelado en un banco por recomendación del juez neoyorquino Thomas Griesa, ‘no existe, porque es insólita, porque es incomprensible, porque es absolutamente novedosa‘.

‘Nadie sabe caracterizar esta situación (en términos legales), porque no existe, porque nadie pensó que podía venir un juez y decir que la gente no puede cobrar‘, disparó el ministro.

‘El dinero está ahí, evidentemente. Si fuera un ’default’ (cese de pagos) no estaría allí‘, dijo el funcionario, pues Argentina hizo un giro de 1.031 millones de dólares el 26 de junio, a tiempo para no caer en el impago.

Añadió que ‘Argentina ha tenido una dolorosa situación de ’default’ en 2001‘ y dijo que en esta ocasión lo que sucede ‘no es relativo a la solvencia ni a la voluntad de pagar de la República Argentina‘.

Kicillof mostró también su intención de seguir negociando, aunque respetando siempre los intereses y la ley de su país y los argentinos y las condiciones de los canjes de 2005 y 2010.

El ministro, que anoche emprendió el regreso al país, también acusó al juez Griesa de ‘no resolver‘, de resultarle ‘todavía novedosa‘ la complejidad del caso, tras haber creado él mismo un ‘rompecabezas judicial‘ que ha desembocado en este ‘default‘.

Kicillof dijo ‘no entender la Justicia estadounidense‘, en concreto la redacción de la cláusula ‘pari passu‘ que bloquea el pago a otros bonistas si no es simultáneo al de los ‘holdouts‘.

Esa condición ha provocado el escollo del litigio, al entrar en conflicto con otra cláusula, la RUFO, que firmó Argentina con los bonistas con quitas para protegerles de futuros tratos más benévolos, como el que piden los demandantes ahora.

Pero, sobre todo, lo culpó de haber dejado la decisión de la medida cautelar o ‘stay‘ en manos de los litigantes, una decisión ‘polémica y desafortunada‘.

También desacreditó a las agencias de clasificación al preguntar: ‘¿Quién cree en las agencias calificadoras a estas alturas? ¿Quién piensa que son imparciales del sistema financiero?‘ y recordar que ellas mismas fueron incapaces de predecir el ‘default‘ de hace trece años.

El funcionario rememoró que ‘aquellos que le prestaban a Argentina conseguían tasas que no conseguían en ningún otro lugar.

¿Por qué? Porque había un riesgo y ese riesgo ocurrió. Tampoco es que entraron allí haciendo benevolencia‘.

‘Los buitres y los especuladores siempre ganan. Son los pueblos los que siempre pierden‘, concluyó Kicillof.