Buenos Aires, 17 de septiembre.- El terremoto político que provocó la decisión judicial de anular las elecciones de Tucumán motivó una dura crítica del gobierno nacional, que se expresó esta mañana a través de Aníbal Fernández, quien coincidió con el gobernador José Alperovich al sentenciar que se está ante "un golpe de Estado judicial".
"Es una decisión ridícula, destituyente, de una enorme gravedad institucional porque se mete con la voluntad popular", disparó el jefe de Gabinete. "Es uno de los disparates jurídicos más grandes de la historia", remató en la rueda de prensa que diariamente ofrece en la Casa Rosada.
Para el funcionario kirchnerista, el tribunal tomó la decisión apoyado solamente "en notas periodísticas" y dio una nueva muestra de una práctica habitual: "Es el forum shopping de los amigos haciéndoles favores a los amigos".
De todos modos advirtió que el tema no se va a resolver en la justicia provincial: "Esto va a terminar en la Corte Suprema. Hoy se harán los análisis pertinentes para ver cómo se puede cumplir con la presentación".
El jefe de Gabinete consideró que la actitud de la Cámara "es dolosa y sus integrantes cometen el delito de prevaricato, porque saben que no tienen competencia" para tomar una resolución semejante.
"Yo no sé dónde qué van a hacer esos funcionarios cuando pase todo esto, porque la vergüenza de caminar por la calle es muy grande", advirtió.
Finalmente el funcionario especuló sobre las razones que aceleraron una decisión que -según la información que manejaba- en principio iba a ser anunciada el viernes: "Creo que se aceleró por la situación que se generó con la renuncia de Niembro, es para tapar el bosque con un bonsai, se quiere dejar de lado un delito flagrante".
En un fallo histórico, la Sala 1 de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Tucumán anuló los comicios provinciales y le ordenó al gobernador Alperovich que convoque a una nueva votación en todas las categorías. La sentencia da un plazo de 48 horas para que se presente una posible apelación.
