Julio Ángel Luco tuvo que esperar casi cinco años para que el Superior Tribunal de Justicia revocara una decisión de una jueza mercedina y le diera la razón. A fines de 2011, el por entonces director de un colegio daractense fue insultado por dos padres que le recriminaban las notas de sus hijas, ahora el máximo órgano de justicia acaba de darle la razón y además sentó un precedente para evitar futuras agresiones de padres contra docentes o directivos.
“En el fondo el objetivo de esto era terminar con la violencia en la educación, lo que me interesaba era sentar un precedente para que otros colegas no sufran este tipo de cosas”, cuenta Luco, el médico veterinario que durante cuarenta años estuvo al frente de la Escuela Técnica Nº 21 “María Auxiliadora” en Justo Daract. El 21 de diciembre de 2011, él fue insultado y amenazado por dos padres de alumnas del último año: Roberto Flores y Ariel Pasandi.
La desaprobación de ambas alumnas de un examen final que pretendía evitar que quedaran libres quienes habían tenido reiteradas faltas fue lo que desató la inexplicable reacción de los padres. “Vinieron a hacer planteos feos, insultos, gritos, me decían ‘le cambiás la nota o te voy a reventar la cabeza’ y cosas así. Primero fue en la residencia, a metros del colegio, y luego en el propio establecimiento delante de alumnos y profesores. Yo tomé eso con tranquilidad, pensando en la escuela y el respeto a la institución, de no prestarme a este tipo de cosas. Además creo que esos padres fueron utilizados por otras personas también”, relató Luco a El Diario de la República..