Como parte de su estrategia electoral, el PRO puso en marcha un pacto de no agresión entre sus propios dirigentes para que las internas, sobre todo por la sucesión porteña, no afecten la candidatura presidencial del 2015 del jefe de Gobierno, Mauricio Macri.

La pelea en Capital Federal -bastión PRO y carta de presentación política de Macri hacia el país- junto con el armado en la provincia de Buenos Aires, son claves para el sueño presidencial del ex titular de Boca, y por eso instruyó a sus referentes en ambos distritos para que eviten roces internos. Detrás de este pacto están las candidaturas en juego: la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, y el intendente de Vicente López, Jorge Macri, en terreno bonaerense; y el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y ¿Gabriela Michetti?, en la ciudad de Buenos Aires. Desde el entorno de la senadora del PRO fueron tajantes y aseguraron que ‘no hay ninguna posibilidad de que Gabriela no sea candidata‘ en la ciudad, aunque la misma fuente agregó que ‘eso no quiere decir que no haya presiones para que termine yendo a otro lado‘.

El pacto de no agresión debutó hace un mes con una actividad conjunta entre Michetti y Larreta en un centro de jubilados de Parque Patricios, en donde la primera habló abiertamente de un esquema ideado para ‘evitar rispideces‘ y ‘enviar una señal hacia adentro‘ de la fuerza. El enfrentamiento entre ambos dirigentes es histórico y disminuye o crece en elecciones, sobre todo a la hora de ocupar lugares de poder en el Ejecutivo porteño o en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires. Unos días después, Michetti acompañó a Vidal (quienes no mantienen la mejor de las relaciones) a una recorrida por Lomas de Zamora, y lo mismo realizó Larreta, que visitó junto a la Vicejefa de Gobierno la localidad de San Fernando.

Un asesor del PRO advirtió que la discusión interna en la Capital Federal es ‘quedarse sin el pan y sin la torta‘, ante la amenaza que implicaría una eventual candidatura del economista Martín Lousteau a jefe de Gobierno por UNEN. ‘Imaginate que Macri no gana en la presidencial y la fórmula de CABA no es lo suficiente sólida‘, agregó. Por este motivo, ‘hay dirigentes de sectores que forman parte del PRO que están hablando con otros espacios ’amigos’ o con gente amiga, llámese Massa, Scioli, Cobos u otros, dependiendo su origen‘, confió el mismo asesor macrista.

A pesar de este panorama, el fortalecimiento de la candidatura de Macri es el objetivo de cada dirigente del PRO, aunque de manera individual cada uno muestra sus cartas, como los casos de Larreta y del vicepresidente primero de la Legislatura local, Cristian Ritondo. Larreta asegura ante quien lo quiera escuchar que le ‘encantaría‘ ser jefe de Gobierno y ‘sería un paso natural‘ en su carrera. Ritondo, por su lado, prepara junto a su núcleo de dirigentes peronistas el acto de lanzamiento de su candidatura para fines de marzo, con la construcción territorial en el sur de la Capital Federal como pieza de negociación, como aseguraron desde su entorno: ‘Horacio tiene el poder, Gabriela el conocimiento, pero nosotros tenemos más militancia, construcción y fiscales. Cuándo hay que llenar lugares, ¿quiénes movilizan?‘.