Martín Insaurralde quedó sorprendido, al igual que los investigadores, con el hallazgo de casi 600 mil dólares en la casa de Sofía Clerici en Nordelta. Los allanamientos eran previsibles. De hecho, habían sido motivo de conversación entre los abogados defensores. Pero hay un detalle que lo tiene más preocupado. Según pudo saber Infobae de fuentes judiciales, en los próximos días se ordenará un peritaje sobre los teléfonos de la modelo, lo que podría exponer las últimas conversaciones con el ex jefe de Gabinete de Axel Kicillof.

En la casa del barrio Los Lagos, en Nordelta, la Policía secuestró dos Iphone, una Macbook, dos Ipad, un Ipod con cámara y una notebook marca Samsung. Esos dispositivos contienen cientos de conversaciones que podrían ser valiosas para la investigación. Un peritaje podría demostrar, entre otras cosas, si hubo una “negociación” entre los protagonistas antes de la publicación de la fotos en Marbella, tal como dejaron trascender desde el entorno de Insaurralde.

Hay otro detalle que tiene en vilo al intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia y a otras personas. En la seguridad del barrio, el juez secuestró un listado de ingresos y salidas a la casa de Clerici.

En el allanamiento del lunes pasado, la Policía Federal secuestró USD 569.911, $2.000.000 y unos 2000 pesos uruguayos. Sobre el dinero, según pudo saber este medio, no se descarta que un tercero, cercano a la modelo, se presente en el expediente para adjudicarse esa fortuna.

La Investigación, ahora sin secreto de sumario, sigue recolectando información. La semana pasada, el juez Ernesto Kreplak envió exhortos a España para determinar quién es el dueño del yate “Bandido”, utilizado por Insaurralde y la modelo para su recorrida por las costas del Mediterráneo, y cómo se pagó la estadía en el lujoso hotel Marbella Club, entre otros datos.

Según un sitio especializado, en el mes de septiembre el costo del alquiler del lujoso yate rondaba los 8.400 euros por una jornada de ocho horas. Según dejó trascender la pareja, solo se alquiló por unas horas. Pero el dato todavía no figura en el expediente.

Además del alquiler del yate, el juez Kreplak quiere saber quién pagó la estadía en el Hotel Marbella Club, que aparece en las fotos publicadas por Clerici en su cuenta de Instagram. Dentro de ese complejo, la pareja habría elegido la villa “Casabel”, una casa exclusiva, de 550 m2, con capacidad limitada para seis personas.

Otro de los datos que pidió el juez apunta a los movimientos internos de Insaurralde y Clerici dentro de España. Hasta ahora se sabe que la modelo viajó a Madrid el 7 de septiembre por AirEuropa mientras que el ex jefe de Gabinete bonaerense lo hizo el 15 de septiembre, en un avión de Iberia, y aterrizó en la capital española el 16 de septiembre a la madrugada. ¿Cómo llegó a Marbella? La Justicia quiere saber si tomó un vuelo de conexión al aeropuerto de Málaga (hay varios vuelos durante la mañana) o si abordó un vuelo privado.

El juez también mandó exhortos a Estados Unidos, para saber datos de un departamento ubicado en Miami, y a Uruguay, donde se habrían canalizado fondos derivados de la separación de Insaurralde y Jesica Cirio, según denunció la ex titular de la UIF María Eugenia Talerico. La empresa mencionada, Pro Capital, lo desmintió a través de un comunicado. “Pro Capital / Global Wealth Management cuentan con un informe impecable de la auditoría externa de Cumplimiento y Lavado y nunca, pero nunca en la vida se abriría una cuenta sin “origen de fondos”…. menos una cuenta millonaria y muchísimo menos que involucre a PEPs”, dice un comunicado firmado por el dueño de esa empresa, Diego Pozzi.

La Justicia también está investigando los más de 100 viajes de Insaurralde al exterior. Por ese motivo, el fiscal Sergio Mola le pidió la semana pasada a la PSA que informe “toda la información vinculada” a esos viajes. Eso incluye un detalle de cada reserva y del equipaje despachado, el valor de los pasajes, y los medios que se utilizaron para abonarlos.

Además, el fiscal hizo hincapié en los 9 vuelos privados de Insaurralde. Para eso, le pidió información a la PSA y al director del Registro Nacional de Aeronaves para conocer quiénes son los dueños de los aviones utilizados. Esa medida sería un primer paso para saber quiénes pagaron esos vuelos privados.

La investigación ya determinó que el pasaje de Insaurralde a España, por Iberia, se sacó apenas un día antes, el 14 de septiembre, desde Estados Unidos. El viaje de ida y vuelta en primera clase costó USD 8.139,30. Ahora Kreplak le pidió a American Express que informe quién es el titular de esa tarjeta.

En el caso del pasaje de Clerici, la empresa Air Europa reveló que se pagó al contado, en pesos, a través de una agencia de turismo, y se emitió el 17 de agosto, casi tres semanas antes del viaje.