Una de las razones para convertir el zoo porteño en ecoparque tiene que ver con una evaluación reciente que determinó que hay 11 animales que se encuentran en situación crítica y que hay que darles prioridad ya que es posible que no puedan ser trasladados, según indicó el ministro de Modernización, Andy Freire.
Entre esos 11 animales, hay un yaguareté hembra que se encuentra muy mal por su edad. Se suman un chimpancé macho (avanzada edad); mono marimonda (avanzada edad); camello bactriano (avanzada edad); aguará guazú (mal estado sanitario); osa melero (avanzada edad) y un león cría (con hipotiroidismo congénito). En la lista también se citan a un zorrino (avanzada edad y enfermo); cóndor (con cirugías y prótesis en patas y pico); carpincho juvenil (con problemas congénitos) y un oso hormiguero gigante (avanzada edad y cardiópata). El yaguareté, un animal en peligro de extinción, fue declarado en Misiones como el Monumento Natural Provincial, brindándole de este modo un status proteccionista absoluto, en los papeles claro. La realidad muestra otra cara muy distinta. La gran superficie de selva misionera que aún queda sigue siendo un área de difícil control y en las áreas protegidas -a pesar de los grandes esfuerzos de muchos guardaparques- son objeto de caza furtiva.
En cuanto al traslado de a la célebre orangutana Sandra, la Justicia porteña ya advirtió que ‘no se encuentra acreditada‘ la conveniencia del traslado del simio a un santuario en Brasil, por lo que ordenó que el gobierno porteño a adoptar medidas para brindar ‘condiciones de bienestar‘ al animal.

