Neuquén, 15 de agosto.- Era sabido que el nuevo Código Civil –que entró en vigencia el pasado 1° de agosto en la Argentina- iba a traer consecuencias casi inmediatas. Una de las primeras es la sorpresa de Neuquén, donde, a los 76 años, Raúl Tames no sólo se casó con su amor Lidia Cayolo (65), después de más de doce años de convivencia, sino también optó por ser el esposo "de".

El viernes 7 Raúl y Lidia dieron el sí en el Registro Civil de San Martín de los Andes. Y Raúl Tames se convirtió, además, en Raúl Tames de Cayolo, el primer hombre en la provincia de Neuquén que optó por usar el apellido de su cónyuge, tal como está previsto en el nuevo Código Civil.

Según cuenta LM Neuquén, la pareja había iniciado los trámites para pasar por el Registro Civil en julio. El 31 de ese mes, recibieron un llamado de ese organismo mediante el cual se les notificó las reformas vinculadas al matrimonio incluidas en el nuevo Código.

"Raúl expresó su deseo de llevar mi apellido", dijo emocionada la mujer en diálogo con ese medio neuquino.
Raúl explicó cómo comenzó todo: "Cuando estaba casada con su primer marido, a Lidia no le gustaba que la llamaran por el apellido de su ex esposo, entonces cuando nos casamos se me ocurrió decirle ‘ahora yo me pongo tu apellido y voy a ser feliz llevándolo’".

Entre los dos, tienen cinco hijos y siete nietos que viven en distintas ciudades, así que decidieron visitarlos para festejar el matrimonio, porque por sus obligaciones fue muy difícil que estuvieran todos cuando se casaron. Así que ahora andan de recorrida. De Mar del Plata, pasarán por Neuquén capital, San Rafael (Mendoza) y Punta Arenas.

La relación entre ambos se remonta a los inicios de la década del 70, cuando trabajaban en la empresa Gas del Estado. Él era técnico en seguridad industrial y ella, secretaria. "Cada uno estaba casado, mi marido de entonces había estudiado en la universidad con Raúl, pero en ese entonces no nos dábamos ni la hora", explicó.

Unos años después, la empresa estatal decidió trasladarla a la ciudad de Bariloche y a Raúl, a Tucumán. La distancia no fue impedimento para reencontrarse. "Un día Raúl llamó a mi casa preguntando por mi ex marido porque habían sido compañeros en la universidad. Le conté que nos habíamos separado y, con un tono particular, así como de interesado, me dijo ‘así que se separaron’. Me comentó que él también se había separado", describió.

A partir de allí, se escribieron vía correo electrónico, hasta que un día Raúl la fue a buscar, viajó a Bariloche, donde Lidia ya trabajaba en Camuzzi Gas del Sur, y le declaró su amor. "Hasta le pidió mi mano a mi padre, como se hacía antes. A partir de ahí nunca más nos separamos".