Decenas de personas en pequeños grupos, con barbijos y junto a niños en bicicletas o monopatines, paseaban ayer por la calle Vedia, entre Emilio Mitre y Centenera, en el barrio porteño de Caballito, en una de las áreas peatonales transitorias habilitadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires este fin de semana.
La medida, festejada por comerciantes, levantó algunas dudas entre infectólogos. El plan del Gobierno porteño contempla el cierre parcial y total de calles en 15 áreas, una por comuna, para bloquear el tránsito vehicular y ganar espacio para la circulación de la gente entre locales gastronómicos. Se trata de una modalidad que funcionará los viernes, sábados, domingos y feriados, de 10 a 0 horas, en varios casos.
Pablo Rodríguez, vecino de Caballito, se mostró de acuerdo con la apertura de zonas peatonales pero pidió que "la gente sea consciente que no tiene que salir a pasear todo el día".
Al contrario, Carmen Maceo, una mujer de 80 años que vive dentro de la zona peatonal, aseguró que se trata de "una medida que obstaculiza". Su preocupación se centraba en la pérdida de lugar para estacionar. "Mi marido es discapacitado y tiene estacionamiento justo acá", señaló Maceo.
Martín Delicandro, un vecino de 44 años que acompañaba a su hijo de 7, que circulaba en bicicleta, coincidió con Carmen. "No hay cocheras por acá. Esto es un caos de gente", dijo.
En la zona peatonal del barrio porteño de Caballito, que desde este fin de semana se habilitó como peatonal al igual que varias cuadras de Devoto y San Telmo, hay cuatro bares y una panadería que ayer tenían sus mesas ocupadas sobre la vereda, lo que motivaba el optimismo de los comerciantes.
"Nos permite reponer lo que perdimos en estos meses", contó Marta Flores, propietaria de una panadería en Caballito. Mariano Bruseliano, un joven que trabaja en un bar, avaló la nueva medida. "Va a mejorar el pequeño polo gastronómico que hay en el barrio, porque estamos muy golpeados", apuntó.
Al respecto, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dijo que "hay imágenes que muestran" que los protocolos "no se cumplen". En tanto, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, anunció que se van a "reforzar los controles".
Por su parte, el infectólogo Eduardo López, quien integra el comité de expertos que asesora al Gobierno nacional, se mostró a favor de las aperturas "siempre que la gente cumpla con el distanciamiento social y el uso de barbijo". "Hay que evitar las aglomeraciones, porque si la gente se saca el barbijo y está horas hablando al lado del otro, tiene que saber que el aire libre no elimina el riesgo de contagio", dijo López, tras asegurar que "hay que monitorear el cumplimiento de los protocolos porque sino fracasamos".
La médica Laura Barcán, de la Sociedad Argentina de Infectología, rechazó la decisión de colocar mesas fuera de bares. "Si bien el contagio es menor al aire libre, no es nulo". Esta medida "va a estimular a que la gente salga a caminar y si el problema son las aglomeraciones, sin distancia, no veo cómo lo van a disminuir". Télam
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Los barrios con menos contagios
Palermo, con 677 nuevos casos de coronavirus en los últimos siete días, se mantuvo por segunda semana consecutiva como el barrio con mayor incremento de positivos. La mitad de los 48 barrios porteños no superaron los 130 nuevos infectados en el mismo lapso de tiempo, según el Boletín Epidemiológico de la Ciudad de Buenos Aires.
Escoltan a Palermo, con más de 500 casos nuevos en los últimos siete días los barrios de Balvanera (545) y Flores (535), seguidos por Caballito (480), Almagro (403) y Recoleta (388).
En 17 barrios se diagnosticaron menos de 100 nuevos casos en la última semana y en seis de ellos un número inferior a 50: Villa Ortuzar (44), Coghlan (38), Agronomía (38), Versalles (29), Villa Real (25) y Puerto Madero (21). Los cuatro barrios que continúan encabezando el ranking con más enfermos de coronavirus son Flores, que suma 8.308 desde marzo, Villa Lugano (6.464), Balvanera (6.282) y Barracas (5.812). Villa Soldati, Barracas y Nueva Pompeya encabezan el listado de los que tienen una tasa más alta de infectados en relación a su población.