El caso conmocionó a todo un país y ocupó por semanas las portadas de los principales diarios web de todo el mundo durante la angustiosa búsqueda para intentar rescatar con vida a sus 44 tripulantes, que el paso de los días convirtió en héroes. Ayer, el ARA San Juan volvió a conmover al mundo justo a un año de su traumática desaparición en aguas del Atlántico Sur: el submarino fue localizado por el buque "Seabed Constructor", de la empresa estadounidense Ocean Infinity, en el fondo del mar a 907 metros de profundidad a pocos kilómetros del lugar de su última comunicación el fatídico 14 de noviembre de 2017.
Tres fotos difundidas por el Gobierno muestran al submarino en su lecho de muerte con el casco resistente casi entero aunque separado de otras piezas clave. Aseguran que la proa de la nave está hundida hacia dentro lo que daría cuenta de una implosión, por la presión del agua, pero, a prori, el casco no estaría partido.
El ARA San Juan fue localizado en la misma zona que desde el comienzo rastrillaron al menos 5 veces los barcos más modernos de las Armadas más poderosas del mundo lideradas por EEUU, Rusia y Gran Bretaña a la que se sumaron otras 10 naciones en una cruzada mundial sin precedentes para intentar localizar al submarino más moderno de la Argentina a pesar de sus 36 años de vida. Pero el alivio por el tan esperado hallazgo volvió a llenar de preguntas a los familiares de la víctimas que, por ahora, no tienen respuesta. ¿Se podrá rescatar la nave del fondo del mar? ¿Hay cuerpos dentro del casco resistente (el lugar habitable de un submarino)?
Uno de los primeros reclamos de la mayoría de los familiares de los tripulantes del ARA San Juan al Gobierno fue el rescate de la nave y el recupero de los cuerpos de sus seres queridos "para poder hacer el duelo".
Sin embargo, ese reclamo, a priori, hoy parece una misión imposible. El Gobierno ya avisó a través del ministro de Defensa, Oscar Aguad, que "Argentina no tiene los medios técnicos para rescatar al ARA San Juan", aunque aseguró que se harán "todos los esfuerzos" para saber qué pasó con el submarino. El jefe del Estado Mayor de la Armada, José Villán, pidió "prudencia" y subrayó que no se puede afirmar ni negar si el submarino podrá ser reflotado. En tanto, para diferentes peritos navales, con 30 años de experiencia, aunque se accediera a tecnología para tal rescate, la operación sería "multimillonaria y muy dificultosa" y habría que evaluar en profundidad la conveniencia de una tarea de tamaña envergadura. En cuanto al rescate de cuerpos, aseguran que si entró agua al casco resistente, después de un año, "no hay cadáveres para rescatar. Habría sólo huesos" esparcidos. De todos modos, cómo sigue la investigación ya no es facultad exclusiva del Gobierno. La última palabra la tiene la jueza de la causa, Marta Yáñez. Si la magistrada ordenara al Gobierno extraer del fondo del mar al submarino, la lógica indica que debería ser después de profundizar la pericias en el lugar del hecho. Otra tarea nada fácil pero vital para que la Justicia determine las causas de la tragedia y eventuales responsabilidades.
La localización fue realizada por el buque "Seabed Constructor", que desde el 6 de septiembre estaba al frente de las operaciones de búsqueda en la zona en la que el submarino perdió contacto, aproximadamente a 250 millas náuticas (460 km) al este del Golfo y quedó alojado en una hondonada de 907 metros que provocó que quedara oculto para los radares.
Ocean Infinity siguió la pista del punto de interés Nº 24 el día antes de suspender la búsqueda.
La noticia de su hallazgo saltó a los medios pasada la medianoche del viernes cuando la empresa Ocean Infinity hizo la comprobación positiva del punto de interés que había llamado la atención de los expertos el jueves 15, justo cuando se cumplía una año de la desaparición del submarino. La noticia fue confirmada después vía Twitter por la Armada Argentina que se hizo público después de dar aviso a los familiares de la víctimas.
El ARA San Juan perdió contacto con la Armada a las 7.19 del miércoles 15 de noviembre de 2017, ocho horas después de que el jefe de operaciones del submarino informara sobre un principio de incendio en el tanque de baterías número 3, provocado presuntamente por el ingreso de agua por el sistema de ventilación.