¿En pie de guerra? Los líderes piqueteros le darán una tregua al Gobierno para seguir negociando. Pero el hilo del diálogo es delgado, y de no mediar un avance en sus reclamos, podrían volver a las calles.

 

 

La oferta de una mejora salarial para los beneficiarios de planes sociales, pero sin la inclusión de un bono de $3.000, a modo de aguinaldo y por única vez, como reclamaban las organizaciones, dejó con sabor a poco ayer a los piqueteros que, sin embargo, y por ahora, dejan en suspenso su plan de volver a las calles.

La apuesta es agotar todas las instancias de diálogo que se reabrieron antes de traducir su descontento con reclamos en las calles con cortes o acampes lo que supondría una escala de la tensión social que el Gobierno intentó alejar del horizonte ayer con la convocatoria de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.

En pleno ajuste fiscal que plantea el acuerdo con el FMI, no hubo margen en el Presupuesto para que el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y la ministra Stanley cedieran nuevamente y otorgaran un medio aguinaldo, como pretendían los piqueteros llevarse de la reanudación de la mesa de diálogo con la casa Rosada.

En este contexto, la reunión no comenzó de la mejor manera. "No, no hay bono", fue la respuesta tajante con la que Stanley recibió a los cinco convocados de los movimientos sociales: Daniel Menéndez (Barrios de Pie), Juan Carlos Alderete (Corriente Clasista y Combativa), Esteban Castro (CTEP), Dina Sánchez (Frente Darío Santillán) y Marianela Navarro (FOL).

Igual, algo se imaginaban: no estaba en la mesa Matías Kelly, secretario de Economía Social y hombre de Quintana en Desarrollo Social. Su ausencia, siendo uno de los principales interlocutores, no pasó inadvertida. "En este escenario, nos parecía importante un medio aguinaldo", se quejaron los piqueteros.

Con todo, la propuesta oficial fue aumentos escalonados en los planes sociales. Tanto los 260 mil beneficiarios de "Hacemos Futuro" -los ex Argentina Trabaja y Ellas Hacen- como los más de 120 mil que cobran el Salario Social Complementario.

En el Gobierno reconocen que estos planes, que están atados al Salario Mínimo Vital y Móvil (implican la mitad de un Smvym), quedaron desactualizados en función de la inflación de este primer semestre. "La idea es llevarlo a 6 mil pesos para diciembre", precisaron fuentes del Gobierno.

Allí también hubo diferencias. Es que los piqueteros querían llegar a esa cifra pero ya en agosto. Stanley y su viceministro, Carlos Pedrini, contraofertaron que el próximo mes se dé el primer aumento. Esa será la primera de tres subas escalonadas, a razón de 500 pesos cada vez. Con estos números, el próximo mes pasaran a $5.000, la mitad del Smvyml. Terminaría en diciembre en $.6000, un 10% de aumento respecto del cronograma actual.

Las organizaciones también plantearon aumentar la entrega de alimentos para comedores y merenderos, algo que en el Gobierno ven razonable. "Ya lo estábamos estudiando. Seguramente vamos a atender ese reclamo", indicaron.

"Fue una buena reunión, muy positiva. Nunca se cortó el diálogo, pero vamos a seguir hablando formalmente", dijeron desde Desarrollo Social. Y agregaron que se van "a abrir mesas de trabajo por las leyes que las organizaciones sociales impulsan". "En los títulos que nos dieron, estamos de acuerdo con tres. Igual vamos a ver caso por caso", dijeron cerca de Stanley.

Este paso será clave para seguir avanzando en consensos.

A la salida de la reunión, los piqueteros se mostraron menos optimistas que los funcionarios. "Nos parece positivo el diálogo, pero el Gobierno da una aspirina para un enfermo terminal", cuestionó, con crudeza, Daniel Menéndez, máximo referente de Barrios de Pie. Igual, en un gesto conciliador, adelantó que le avisaron a Stanley que por ahora no habrá protestas. "Vamos a agostar las instancias de diálogo antes de volver con un reclamo en las calles", completó el líder de Barrios de Pie. En el Gobierno recibieron con cierto alivio esa promesa, luego a la advertencia que habían hecho en la previa de ir hoy jueves a las puertas de hipermercados a pedir alimentos.