La desburocratización que el Gobierno impulsa en los trámites del Estado alcanzará también al Ejército, que dejará de administrar campos y ganados como estipulaba una ley de 1952.

También especifica que las licitaciones que encare el Estado nacional no deberán ser publicadas en los boletines oficiales de las provincias.

Entre otras cuestiones, el decreto deroga la Ley de Abastecimiento sancionada en octubre de 1952, que permitía y promovía la producción agropecuaria e industrial por parte del Ejército Argentino, bajo el argumento de que pudiera existir un esquema de autoabastecimiento en caso de guerra.

Esos campos, los inmuebles y las cabezas de ganado que se encuentran en manos del Ejército pasarán a la tutela de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).

En cuanto a las licitaciones de obras públicas, con el objetivo de agilizarlas, la norma estipula que los llamados iniciales ya no tendrán que publicarse en los boletines oficiales de las provincias y/o municipios en los que se desarrollarán las iniciativas.

“Estos trámites nos demoraba hasta meses”, dijo Sorop, quien explicó que a partir de ahora el inicio del proceso “alcanzará con su publicación en el Boletín Oficial de la República Argentina y en el sitio web del organismo que licita”. También se reducirán de diez a cinco los días los plazos de anticipación para publicar licitaciones por un monto de hasta 100 millones de pesos. También se eliminará la obligación que existe en la actualidad para que las sociedades comerciales presenten de manera encuadernada sus libros contables, como establece el Código Civil y Comercial, que serán reemplazados por libros digitales.

El decreto eliminará el Registro Industrial de la Nación, creado en 1972 y que exige la inscripción de todas las empresas, un trámite que demandaba ocho meses, dijo el Gobierno.

Las 314 licencias de importación que se convertirán en automáticas abarca laminados de acero, aluminio semielaborado, polipropileno, poliestireno e hilados de algodón, entre otros productos.