Una prueba genética confirmó que no es Sofía Herrera una joven sanjuanina de edad similar y gran parecido físico a la niña desaparecida en Tierra del Fuego en 2008, confirmaron hoy fuentes oficiales vinculadas con el caso.
Los padres de Sofía tenían "mucha expectativa" con la prueba de ADN ordenada por la Justicia fueguina y cuyo trámite demoró dos años, hasta su resultado definitivo conocido en las últimas horas.
"El fiscal mayor de Río Grande, Martín Bramatti, me llamó para darme la noticia. Es un momento duro porque yo tenía muchas esperanzas en que se trataba de Sofía, porque se le parecía mucho", confirmó María Elena Delgado, la madre de la joven desaparecida, en diálogo con Télam.
La mujer explicó que el trámite se demoró 24 meses debido a "trabas" surgidas desde la justicia sanjuanina y porque "había dudas sobre el trámite de adopción de la joven".
"El juez estaba muy cuestionado, justamente por la tramitación de adopciones y eso nos hacía tener más sospechas. Ahora la prueba es concluyente y para nosotros es difícil, aunque no bajamos los brazos y vamos a seguir buscando a mi hija", aseguró Delgado.
También mencionó que ayer se reunió con el fiscal Bramatti, quien le comunicó que en breve se tomarán nuevas medidas en la causa relacionadas con la difusión del rostro de Sofía, cuya nueva actualización se espera para dentro de poco tiempo.
"Sofía cumplió 19 años el 30 de diciembre y las facciones van cambiando. La Policía Federal hizo un primer modelo que no nos convenció y ahora estamos esperando otro. Por suerte el fiscal está muy comprometido con la causa y ojalá ello nos ayude a encontrar a Sofi", sostuvo la mujer.
Las autoridades judiciales tampoco logran encontrar todavía a José Dagoberto Díaz Aguilar, a quien apodan "Espanta la Virgen", un hombre de nacionalidad chilena y costumbres nómades, de quien se sospecha que podría haberse llevado a la niña desde el camping donde se encontraba aquel 28 de septiembre de 2008.
Díaz Aguilar había declarado él mismo en la causa que sabía el lugar donde habían matado y enterrado a la pequeña, aunque en su momento las autoridades acudieron al sitio, no hallaron ningún elemento y desecharon la pista.
Hasta que un testigo que era un niño en el momento de la desaparición declaró que había visto el momento en que "un hombre" se llevaba a Sofía (incluso mencionó que estaba "con un perro Boxer y en un auto gris").
"Esta persona volvió a declarar a los 18 años. Describió al hombre y con ello se hizo un retrato que resultó tener el 75% de coincidencias físicas con "Espanta La Virgen". Se ordenó entonces la detención de ese sujeto pero nunca se lo pudo encontrar. Muchos estiman que se encuentra en Chile", explicó Delgado.
En 2008 la familia Herrera salió con amigos a pasar un domingo de esparcimiento en el camping John Goodall, ubicado 59 kilómetros al sur de Río Grande.
María Elena, su marido Fabián y Sofía se detuvieron en un supermercado a comprar comida y luego en una estación de servicio donde se encontraron con Noemí Ramírez y Silvio Giménez, quienes a su vez estaban con sus hijos de 2 y 9 años.
El grupo llegó al camping situado en el kilómetro 2893 de la Ruta Nacional 3, en dos autos que estacionaron cerca del camino.
El lugar, un paraje casi desértico, era un rectángulo de 15 hectáreas cercado con un alambre de un metro de altura y seis hilos, el primero de púas.
Sofía se separó por unos instantes de sus padres y desde entonces nadie volvió a saber de ella.
El caso se convirtió en un ícono de la desaparición de personas en el país, que motivó la elaboración de un protocolo de emergencia para situaciones similares (llamado Alerta Sofía) y llevó a las autoridades nacionales a poner en funcionamiento una línea telefónica exclusiva para recolectar datos (08002227634) además del sitio web www.sofiaherrera.com.ar.