Córdoba, 13 de mayo.- Una mujer de 30 años, testigo de Jehová, que había asentado por escrito que no quería recibir transfusión de sangre, murió en la mañana de este martes a causa de una úlcera intestinal.

Fue en el Hospital San Roque, alrededor de las 6.30. En la madrugada, los padres de la joven habían pretendido que la Justicia intercediera y permitiera a los médicos realizar el procedimiento, pero el resultado fue negativo.

El juez en lo Civil y Comercial de 19° Nominación, Marcelo Villarragut, rechazó la medida cautelar ya que la mujer, siendo mayor de edad, había suscripto ante escribano público un formulario de directivas anticipadas de atención médica, con la prescripción de que no quería recibir transfusiones por razones religiosas.

El rechazo al amparo se basa en dos precedentes de la Corte Suprema de Justicia. El más reciente es conocido como el "caso Albarracín", de 2012.

En el hospital
"Se trataba de una chica joven que consulta al hospital por tener una patología digestiva, que cursa con una pérdida de sangre", explicó Daniel Mercado, director del San Roque.

"Esto hace que de no mediar distinto tipo de medidas vitales, corre peligro de vida. La necesidad se crea en una condición religiosa de la paciente", explicó a Radio Universidad.

"Medicamente, se le indica transfusiones de sangre. La condición religiosa de la paciente hizo que nosotros no pudiéramos llevar acabo esta decisión. Se habló con la familia. Y medicamente consideramos que era indispensable la transfusión", explicó.

"Respetuosos de esa decisión, y amparados en el aspecto legal la chica no recibió transfusiones y falleció a las 6.35", agregó.