Corrientes, 3 de junio.- Una mujer de 60 años había sufrido un accidente por el que fue internada en un hospital de Corrientes. Ella era Testigo de Jehová y, por sus creencias religiosas, su familia prohibió que le realizarán transfusiones de sangre. Como consecuencia, murió.

"La mujer falleció esta madrugada, ya se le avisó a los familiares", informó el director del centro de salud, Alfredo Revidatti, quien había adelantado hace dos días que el estado de la paciente era "irreversible", a raíz de la imposibilidad de ser sometida a una transfusión.

Mercedes Pucheta fue atropellada por un vehículo el pasado jueves y sufrió graves traumatismos de cráneo. Al día siguiente, los médicos programaron una intervención quirúrgica, pero la familia de la víctima y asesores legales de la confesión religiosa presentaron un documento que previamente había firmado la mujer prohibiendo que se le practicara transfusiones.

"Podríamos haberla salvado, pero nos quedó ese gusto amargo en la boca. La mujer dijo que no y eso prima por sobre todo, no podíamos operar", enfatizó Revidatti.

Por su parte, familiares de Pucheta, con el respaldo de asesores legales de la iglesia, habían denunciado públicamente a las autoridades del hospital, por supuestas demoras en la atención de la paciente y la negativa de los médicos a intervenirla quirúrgicamente usando técnicas alternativas a la transfusión sanguínea.