Este domingo, dos hombres de 81 y 64 años murieron a causa del brote de legionella que se registró en el sanatorio Luz Médica de San Miguel de Tucumán. Con ellos dos, ya son seis los fallecidos, mientras que aún ocho pacientes permanecen internados. Dos de ellos se encuentran en estado crítico.
De acuerdo a lo informado por el ministerio de Salud Pública de la provincia, la última víctima padecía comorbilidades y se encontraba internado en grave estado.
De los pacientes que aún están infectados, tres están realizando un aislamiento en sus domicilios.
En la tarde del sábado, tras varios días de misterio, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, confirmó que la enfermedad que se cobró la vida de cinco personas se trata de legionella.
La legionella es una bacteria que suele encontrarse en agua dulce, lagos y arroyos, aunque también aparece en los sistemas de agua de los edificios. Se puede propagar a través de los lavamanos, bañeras de hidromasaje, tanques de agua caliente y calentadores de agua. Además, en depósitos de los limpiaparabrisas de los autos, sistemas de tuberías complejos y en las torres de enfriamiento.
“Se presenta en lugares cerrados, como quirófanos o un área que esté con aires acondicionados y están expuestas todas las personas que trabajan en ese lugar”, detalló a Clarín Ricado Teijeiro, médico infectólogo del Hospital Pirovano e integrante de la Sociedad Argentina de Infectología.
Además, aclaró que “no se contagia de persona a persona, por lo que no tiene riesgo de ir más allá del lugar en el que el agua está contaminada”.
Por su parte, la Vizzotti precisó que “es una bacteria que se transmite por vía inhalatoria a través del agua o aire acondicionado”.