Ante una multitud estimada en 1.300.000 devotos que peregrinaron hasta la Basílica de Luján, el cardenal Jorge Bergoglio sostuvo que la Iglesia "se viene ocupando desde hace mucho tiempo de los hermanos más pobres".

En la misa principal de la 35ª peregrinación juvenil a pie a Luján (provincia de Buenos Aires), el purpurado porteño replicó ayer las críticas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Afirmó que "(la Iglesia) se viene ocupando desde hace mucho tiempo de los hermanos más pobres. Esos hijos que en las sumas y restas de los cálculos han quedado al borde del camino. Los hijos del descarte", advirtió el primado argentino aludiendo también a las cifras oficiales del INDEC.

De esta forma, salió a responder los cuestionamientos de la mandataria, quien había objetado a quienes "hablan" de las desigualdades sociales pero no hacen nada para resolverla.

Bergoglio rogó a la Virgen que mire a "tantos descartados, que tienen nombre", y le pidió a la patrona nacional que les "fortalezca el corazón con la esperanza".

Bergoglio habló ante una multitud que, pese al cansancio de caminar 58 kilómetros escuchó la misa en la Plaza Belgrano, frente a la basílica.

La mayoría de los caminantes se ubicó delante del altar levantado frente a la basílica. Allí, muchos se enteraron del fallecimiento de Mercedes Sosa, y un grupo de sacerdotes ofreció una oración por el eterno descanso de la popular cantante.

Todos buscaban hacerse notar entre la muchedumbre. Algunos con pancartas para identificar su parroquia, colegio o lugar de origen, otros con banderas, vinchas, viseras o tatuajes con la imagen de la Virgen. Unos pocos dormían en el suelo con los pies en alto, sin escuchar el sermón de Bergoglio.

"Me mataron las ampollas, no doy más", reconoció Federica Mairute, de Temperley, mientras era acompañada, casi arrastrada, por su amigo Juan Rubén.