Al menos cuatro personas fallecen por muerte súbita cada hora en Argentina y, aunque se trate de un deceso inesperado, realizar controles cardiológicos, aprender técnicas de reanimación cardiopulmonar, y contar con desfibriladores de acceso públicos son herramientas clave de prevención, aseguran especialistas en el marco de la Semana de Lucha contra la Muerte Súbita que se desarrollará entre el 20 y el 27 de este mes.

‘En general, la muerte súbita es un deceso inesperado de una persona que estaba aparentemente sana y que sucede rápido, en no más de 24 horas‘, indicó el médico Gustavo Maid, jefe de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital Italiano.

‘Las causas que llevan a esa muerte repentina son diferentes si se trata de niños y jóvenes, donde hay un componente genético; que si se habla de adultos, mayores de 35 años, donde el origen es una enfermedad coronaria que probablemente no se había detectado‘, agregó.

Mayoritariamente, la causa inmediata que ocasiona la muerte súbita es la fibrilación ventricular: ‘Se trata del latido del corazón en forma desorganizada a más de 600 latidos por minuto (lo normal es entre 60 y 100 latidos por minuto). Esto produce que el corazón se desgaste en poco tiempo‘, explicó Roberto Peidro, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).

Y añadió: ‘En general el paciente posee síntomas previos inmediatos como dolores de pecho, de estómago, náuseas, sudoración fría. En estos casos es clave consultar apenas aparecen los primeros síntomas‘.

Maid explicó que ‘si decimos que la principal causa de la muerte súbita en adultos es la enfermedad cardíaca, todo lo que podamos hacer en materia de alimentación saludable, realizar actividad física, no fumar y efectuar chequeos cardiológicos servirá para reducir el riesgo‘.

‘Los medios de comunicación suelen difundir ampliamente cuando muere un deportista. Entonces podemos asociar erróneamente a la actividad física con la muerte súbita. Sin embargo, las estadísticas demuestran que las tasas de eventos cardíacos son mucho más bajas entre los deportistas‘, sostuvo Maid.

‘Tanto las miocardiopatías como las arritmias en jóvenes suelen ser hereditarias y su primera y única manifestación en una familia puede ser la muerte súbita en una persona joven‘, aseveró la médica Marianna Guerchicoff Lemcke, miembro del servicio de electrofisiología infantil del Hospital Italiano. Y advirtió que ‘por esta causa es que a toda persona que fallece por muerte súbita, y en especial a los jóvenes debería tomársele material genético para analizar‘.

Guerchicoff describió que ‘el análisis de material genético puede dar cuenta de patologías en los familiares que sobreviven a quienes se les puede dar un tratamiento adecuado para prevenir otra muerte súbita‘.

Especialistas consultados remarcaron la importancia de las acciones que se pueden hacer cuando el proceso está desencadenado. ‘Hay que preparar a la sociedad para reconocer y actuar ante un evento de esas características‘, describió Peidro. En estos casos, es clave la capacitación y formación en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP).

‘Tras un paro cardiorrespiratorio, los primeros minutos son vitales ya que por cada minuto que la víctima pasa sin recibir maniobras de RCP pierde 10 por ciento de posibilidades de ser reanimado‘, afirmó Peidro. Y añadió que ‘la presencia de desfibriladores automáticos (DEA) en espacios donde circula o se concentra una gran cantidad de población, como una estación de subte, un club o una escuela es muy importante ya que si se utiliza en forma adecuada tiene un 70 por ciento de probabilidad de salvar esa vida‘.

En tanto Guerchicoff sostuvo que ‘los DEA son muy efectivos porque leen automáticamente la arritmia y aplican la descarga eléctrica según su propia lectura, pero es importante que su ubicación sea clara y de fácil acceso‘. Télam