Cerca del 22 por ciento de las mujeres fuman en Argentina y muchas tienen miedo de dejar el cigarrillo por temor a engordar, sin evaluar los beneficios para la salud que les trae la decisión de abandonar el tabaco, alertaron distintos especialistas durante un congreso médico.

‘Lo cierto es que el hecho de poder dejar atrás el consumo de tabaco, trae aparejado beneficios considerablemente mayores que cualquier otro problema que pueda traer un ligero aumento de peso‘, puntualizó María Inés Medín, presidenta del congreso.

Reconoció que ‘en promedio se estima que las mujeres pueden aumentar alrededor de 2 a 7 kilos después de dejar de fumar‘, pero destacó que ‘ese incremento puede ser controlado de manera efectiva siguiendo pautas de alimentación y con actividad física‘.

Un informe distribuido en el congreso médico indicó que cada día mueren en el mundo 2.700 mujeres a causa del tabaquismo e insistió, en que los daños que le causa el tabaco al organismo femenino son mayores que el aumento de peso. En Argentina se estima que fuma el 35% de los varones y el 22% de las mujeres.

Medín consideró que ‘es clave comunicar que se aumenta de peso en el comienzo cuando se deja de fumar, pero es algo manejable sobre todo si se trabaja con una nutricionista‘.

La alimentación y la actividad física son factores clave para controlar el peso durante los dos años que siguen al abandono del tabaco.

Los médicos indicaron que en el caso de las fumadoras ‘moderadas‘ de hasta 24 cigarrillos al día, que empezaron a practicar entre una y dos horas de deporte a la semana engordaron una media de 2,2 kilos, cuando dejaron de fumar, que lo revirtieron en pocos meses.

Silvia Rey, vicepresidente de la Asociación Argentina de Tabacología (Asat) reconoció que ‘si bien el aumento de peso al dejar de fumar es un problema para muchas mujeres, no es aconsejable realizar al mismo tiempo un tratamiento para dejar de fumar y bajar de peso‘. Explicó que ‘se debe incluir en la alimentación una variedad de vegetales y frutas frescas, lácteos descremados, cereales y panificados integrales y organizar las cuatro comidas: desayuno, almuerzo, merienda y cena y de ser necesario, incorporar colaciones‘.

Rey añadió que ‘también se debe aumentar el consumo de agua y tomarla en los momentos de la tentación de encender un cigarro, resulta muy eficaz y aporta grandes beneficios para el organismo‘. (Télam)