El líder camionero Hugo Moyano dijo que la movilización que convocó contra el Gobierno no está relacionada con la investigación en su contra en la Justicia ni con su pelea con la Casa Rosada y se mostró despreocupado por los cuestionamientos de otros líderes sindicales.
“Era previsible”, dijo, sobre las críticas contra la marcha,que referentes gremiales consideran parte de la pelea del camionero con la Casa Rosada. Entre otros, los gremios de la exCGT Azul y Blanca del dirigente gastronómico Luis Barrionuevo ratificaron hoy que no participarán en la protesta convocada por el Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca) de Hugo y Pablo Moyano, del 21 de este mes, a partir de la adhesión de los sectores kirchneristas y afirmaron no creer en “el amontonamiento de dirigentes”.
“Hay ausencias que suman”, consideró Moyano después de las bajas. “Esta va a ser una movilización muy importante. Siempre en este tipo de movilizaciones hay gobiernos que presionan a las organizaciones gremiales”, sostuvo.
“El Gobierno invirtió dinero en las obras sociales para que no concurran a la movilización. Siempre es previsible este tipo de cosas, no nos afecta ni nos preocupa. Va a ir muchísima gente”, añadió, en diálogo con el programa Tarde para Nada que conduce María O’Donnell.
Sobre Barrionuevo se le preguntó: “¿Venían trabajando juntos en la CGT. ¿Esto significa un alejamiento?”. “Eso lo dirá el tiempo”, respondió Moyano. “No queremos apresurarnos. El conjunto de dirigentes que conforman la CGT va a ver si puede funcionar como lo viene haciendo o si habrá que conformar una nueva dirección”.
E insistió: “Yo sé que en estas situaciones la presión del Gobierno es muy grande y algunos no están acostumbrados a las presiones y toman estas decisiones que no son compartidos por los trabajadores”.
“¿Cómo se presiona?”, se le preguntó. “En la dictadura también apretaba a los dirigentes y todos lo sabían. Pero siempre se dio la pelea. Hay algunos que se asustan de la nada, y prefieren que los trabajadores sigan sufriendo las consecuencias de una política que limita los salarios y no permite avanzar en las paritarias”, continuó.
Cuando se le consultó sobre si estaría de acuerdo con que sean públicas las declaraciones juradas de los sindicalistas, respondió. “Que lo abran, si necesitan que abran el sobre y punto. Por supuesto, que lo hagan. Yo tengo tres unidades, tres coches. Primero, no es mi mujer, son los hijos de mi mujer, tienen todo el derecho a trabajar y a hacer. Para hablar hay que tener autoridad. Estos son todos aprietes “, dijo.
Y agregó: “Cuando se trata de un dirigente gremial, todo está prohibido. Si lo ven con zapatos nuevos, siempre está ese problema. Hay muchísima gente que cree que los dirigentes gremiales tienen que vivir debajo de una autopista. Y si viviéramos debajo de la autopista dirían: ‘mirá, se agarró la mejor parte de la autopista'”.
Prosiguió su defensa: “Dicen que tenemos empresas de seguros propias, yo digo que son empresas de la organización gremial. Si yo no fuera dirigente gremial, sería un empresario exitoso, pero soy un dirigente gremial”.