A sus anchas. Milagro Sala se muestra junto a sus nietos en el patio de su mansión en la localidad de El Carmen. Sólo le falta llenar su piscina.

 

La dirigente social Milagro Sala, detenida en el marco de una causa por corrupción, fue trasladada ayer desde el Penal de Mujeres del barrio Alto Comedero, de la capital jujeña, hasta su residencia, ubicada en la localidad de El Carmen, donde cumplirá prisión preventiva con restricciones, según resolvió el juez jujeño Pablo Pullen Llermanos. Aunque esta vez no será monitoreada con la tobillera electrónica.

El juez acató así una orden de la Corte Suprema de Justicia dictada el 6 de diciembre que avaló la prisión preventiva de la diputada del Mercosur pero resolvió que sea trasladada de la cárcel al domicilio en el que ya cumplió prisión domiciliaria. De este modo, el Máximo Tribunal ordenó dar cumplimiento al mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que dictaminó la prisión domiciliaria.

“Pullen Llermanos ha violado nuevamente lo que ordenó la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Suprema de la Nación, porque mi domicilio es en la calle Gordaliza 1711, del barrio Cuyaya (en San Salvador de Jujuy)”, dijo Sala a Télam, en la puerta de entrada de su actual residencia.

La dirigente de Tupac Amaru ingresó a su propiedad poco después de las 15, custodiada por efectivos del Servicio Penitenciario. Fue recibida en el lugar por sus hijos, nietos y otros diez familiares, que aguardaron su arribo desde el mediodía y la recibieron con abrazos y muestras de cariño.

Luego del traslado, la parte exterior del inmueble quedó vigilada por personal de Gendarmería Nacional y al menos seis efectivos policiales, quienes vallaron la calle de acceso a la casa limitando el ingreso sólo a familiares.

Sobre las condiciones de detención, Pullen Llermanos señaló que “no es una sustitución de prisión preventiva por otra medida distinta”, sino que “se modifica el régimen de cumplimiento de la misma”. Aclaró que esta vez no tendrá monitoreo electrónico (tobillera) y que en el caso de la atención y cuidado de su salud queda en responsabilidad “exclusiva” de Sala.

En cuanto al régimen de visita, estableció que el ingreso y permanencia seguirá siendo sin límite temporal para parientes consanguíneos y afines, hasta el cuarto y segundo grado respectivamente, quienes deberán acreditar el parentesco. El resto de los visitantes sólo podrán ingresar al inmueble hasta cuatro personas a la vez, en el horario de 7 a 19, los días martes, jueves y sábados, con un límite máximo de veinte personas por cada día de visita.

Pullen Llermanos le dictó la prisión preventiva a Milagro Sala en dos causas: una conocida como “balacera de Azopardo” (ya elevada a juicio), en la que está procesada por “tentativa de homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria”; y, la otra, por “lesiones graves agravado por el número de personas intervinientes” en la causa “Lucas Arias”. En otras causas, Sala también enfrenta cargos por fraude, extorsión y asociación ilícita.