Poco antes de las 10 y sólo minutos después del paso fugaz de su hermana Florencia por Comodoro Py, Máximo Kirchner llegó a los mismos tribunales para declarar en indagatoria ante el juez Claudio Bonadio, por la causa Los Sauces, en la que la familia está acusada de hacer negocios supuestamente irregulares con su inmobiliaria, con empresarios favorecidos con la obra pública, como Lázaro Báez y Cristóbal López.

 

El diputado y líder de La Cámpora sólo permaneció 20 minutos en el lugar, presentó el escrito que llevaba preparado y luego se retiró con la comitiva que lo acompañó al ingreso.

 

Según trascendió hasta el momento, en el documento que presentó, Máximo Kirchner aseguró: "Resulta evidente que están decididos a proscribir a la ex Presidenta de la Nación, tal como expresamente lo reconoció en múltiples reportajes la diputada Stolbizer, denunciante crónica de mi familia e ideóloga junto a Bonadio de esta causa".

 

Y agregó que "sin embargo, el saqueo del Estado por parte de los conspicuos miembros de la Patria contratista, los escándalos del Correo Argentino, Avianca-MacAir, el escándalo Arribas, entre otros tantos, los miles de despidos, el recorte de las jubilaciones, todas las mentiras de campaña y la crisis social desatada por la aplicación de las mismas políticas neoliberales que llevaron al país a la ruina no pueden ser ocultadas a través de este ni cualquier otro expediente judicial".

 

Mientras tanto, en Tribunales se vieron algunas caras conocidas que estaban esperando al hijo de la ex Presidenta. Entre otros, los exfuncionarios Sergio Berni, Nilda Garré y Martín Sabbatella; y los diputados Carlos Kunkel y Edgardo Depetri.