La urgencia del ministro de Economía Sergio Massa de cerrar el acuerdo con el FMI que le permita la llegada al país de miles de dólares es apenas la mitad del plan para intentar escapar del colapso con las reservas del Banco Central que enfrenta un saldo negativo de más de U$S 7.000 millones. El resto viene de la mano de una batería de medidas que el Gobierno podría anunciar hoy mismo y que va en sintonía con lo que exige el organismo que conduce Kristalina Georgieva para sumar billetes verdes: ofrecerá un dólar más alto al agro, lo que implicaría lanzar nuevo "dólar soja", subiría impuestos a las importaciones agregando el pago del "impuesto país", al tiempo que lograría mantener la meta fiscal en torno al 2%, 0,1 puntos mayor a la del acuerdo original con el FMI, uno de los puntos espinosos y claves de la discusión que se está llevando a cabo en Washington.

Las medidas serían anunciadas a través de la Aduana, la AFIP, el Banco Central y el Ministerio de Agricultura. Massa, dicen, estaría impedido de hacer la presentación por la veda electoral, contaron.

La intención oficial es enviar señales al mercado de que buscará acumular reservas -para evitar un salto cambiario en elecciones- y mantener cierto "orden fiscal" en las cuentas públicas, según especula el mercado.

Se prevé que habrá un nuevo valor para el llamado dólar agro para las economías regionales, el girasol y el sorgo. Se estima que serían U$S 2.000 millones al 31 de julio. Para la soja, en tanto, habría que esperar, quizás, hasta agosto. Economía no dio el nuevo valor. El actual es de $300 hasta el 31 de agosto. En el mercado estiman que ese precio podría verse incrementado en un 15%. No fue confirmado oficialmente.

El "dólar agro IV" no sólo llevaría dólares para las alicaídas reservas del Banco Central, sino que sumaría más impuestos vía retenciones, una variable que se desplomó por el impacto de la sequía de este año.

En un informe global, el organismo multilateral indicó que para el país en 2022 el tipo de cambio real ideal debería haber sido entre un 15% y un 25% mayor, y los instó a avanzar hacia un "régimen cambiario simplificado".

Con reservas netas negativas de algo más de U$S 7.600 millones, el Banco Central viene de prolongar este miércoles la racha vendedora en el mercado cambiario oficial para abastecer la demanda, mientras una comitiva de funcionarios de Economía negocia en Washington con técnicos del FMI.

La expectativa es que la delegación que encabeza el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, le dé las puntadas finales a un acuerdo que permitiera la llegada de, por lo menos, el desembolso por U$S 4.000 millones que quedó pendiente de junio, antes de fin de mes para pagar vencimientos con el organismo por U$S 3.400 millones que hay entre el 31 de julio y el 1 de agosto -ver página 8-.

Sin embargo, en el mercado corren rumores insistentes acerca de que el cierre del acuerdo se postergaría para después de las PASO, y por ende, el giro del desembolso se haría después de las elecciones.

En ese caso, dado que no quedan más DEGs disponibles, los economistas creen probable que para cumplir con el pago de vencimientos vuelvan a apelar al uso de yuanes, lo que impactará en las reservas.

En ese sentido, un informe de PPI estimó que, de no producirse el desembolso, "las reservas netas podrían alcanzar -13.401 millones de dólares, considerando el ritmo actual de ventas en el MULC, previo a las PASO".

 

> Otro as para encarecer las importaciones

En paralelo a la puesta en marcha de un nuevo dólar soja, el Ministerio de Economía pondrá un nuevo impuesto a las importaciones, el impuesto PAIS que se aplica a los consumos en dólares, pero para los productos y servicios que llegan del exterior. Así, las importaciones dejarán de pagarse al dólar oficial.

Tampoco se conoce el porcentaje del nuevo tributo -el PAIS, en su concepción original, era de un 30% para la compra de divisas o consumos dolarizados-, pero según pudo saber este medio, para la importación de bienes suntuarios incluirá una alícuota de dos dígitos, mientras que bienes intermedios tendrá un recargo tributario de un dígito. Los números finos todavía están en etapa de definición, ya que es un tema que forma parte del ida y vuelta con el Fondo Monetario.

Otras importaciones, como aquellas ligadas a la canasta básica y a energía, no tendrán ningún componente impositivo y seguirán con dólar a precio oficial. "Y quienes paguen sus importaciones con sus exportaciones sin usar el MULC, no pagarán ni PAIS ni IVA", dijeron en Economía.