Sergio Massa se consagró anoche como el nuevo dueño del poder dentro de la alianza oficialista en general, y del peronismo en particular, al barrer de un plumazo la fórmula presidencial De Pedro-Manzur que el jueves había bendecido Cristina. El superministro de Economía logró torcerle el brazo a la Vicepresidenta y se adueñó de la oferta electoral de UxP ya que encabezará la fórmula presidencial junto al jefe de Gabinete, Agustín Rossi. Y para completar la hazaña del día, en su embestida por el poder absoluto, Massa también se llevó puesto al otro precandidato oficialista, Daniel Scioli, que finalmente se bajó, por lo que el oficialismo tendrá lista única, aunque no se sabe si de total consenso.

Lo cierto es que en este juego de tronos, Cristina, que había alimentado el operativo clamor y jugó durante meses al misterio sobre su eventual candidatura, se quedó con las manos vacías. Ningún alfil K integrará la fórmula presidencial de UxP. Así las cosas, todo pinta a que el kirchnerismo entró en el ocaso. Del otro lado, el de Alberto Fernández, se frotan las manos ya que el Presidente logró imponer a un hombre propio, lo que le permite conservar una mínima cuota de poder.

La sorpresiva definición llegó al cabo de una jornada signada por furiosas negociaciones, que tuvieron como protagonista al propio Massa y a Cristina Kirchner. Como resultado de las conversaciones, que incluyeron un contacto telefónico entre la jefa del Senado y Alberto Fernández, tanto Eduardo de Pedro como Daniel Scioli declinaron sus precandidaturas presidenciales.

"Por responsabilidad institucional, política y social, nuestro espacio ha decido conformar una lista de unidad que nos representará en las próximas elecciones", sostuvo UxP en Twitter. El frente oficialista agregó: "Nuestro candidato a presidente será Sergio Massa y lo acompañará como candidato a vicepresidente Agustín Rossi". Y concluyó el mensaje con un reconocimiento al ministro del Interior y al embajador en Brasil por "apostar a la unidad del peronismo anteponiendo lo colectivo por sobre lo individual".

Según las versiones, en las negociaciones para conformar una fórmula de unidad participó activamente Alberto Fernández, quien le pidió a Scioli que declinara su precandidatura para facilitar la designación de Massa. Acto seguido, el mandatario colocó a Rossi en el binomio de UxP. En este devenir, los gobernadores peronistas fueron pilar y músculo de las pretensiones de Massa ya que ellos presionaron para empoderarlo al frente de la fórmula y, de paso, bajar al exgobernador de Tucumán, Juan Manzur, que no les cerraba como candidato a vicepresidente.