Organizaciones de izquierda en Argentina anunciaron ayer que mañana se movilizarán en Buenos Aires para protestar contra las reformas en el campo laboral y en jubilaciones que impulsa el Gobierno del presidente Mauricio Macri.
Las agrupaciones políticas y sindicales de izquierda marcharán en horas de la tarde desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires, frente a la sede del Ejecutivo. La protesta contará además con la adhesión de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y otros gremios, que ese día realizarán una huelga. “La crisis la tienen que pagar los capitalistas, hay que ajustar a los ajustadores”, dijo ayer en rueda de prensa Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero.
La movilización ha sido convocada contra la reforma laboral y los cambios en las jubilaciones que se debaten en el Parlamento y que son impulsadas por el oficialismo. Pero también contra los despidos en el Estado y los cierres de fábricas, según explicaron las organizaciones convocantes.
En la ciudad de Buenos Aires, el Polo Obrero instaló ayer una carpa en la porteña avenida 9 de Julio, frente al Ministerio de Desarrollo Social, en reclamo de aumentos en los programas sociales y en rechazo a las reformas impulsadas por el Gobierno, en el marco de un “acampe por tiempo indeterminado y acciones de lucha en 13 puntos del país”.
A la espera de un llamado oficial, unos 2.000 manifestantes permanecen acampando frente al Ministerio de Desarrollo Social.
Un comunicado del Polo Obrero cuestiona los “nuevos tarifazos en gas y luz, más otro aumento en las naftas que disparó la inflación”. Con esos argumentos, ayer se instalaron carpas en todo el país -una de ellas en la avenida 9 de Julio- en reclamo de un “aumento en el Argentina Trabaja y los programas sociales”.
Los piqueteros también piden por un “bono de fin de año a los precarizados”, “trabajo genuino, pase a planta permanente”, y “apertura de los programas sociales, por el ingreso universal a todos los desocupados”.
Además, a través del comunicado de prensa, denunciaron un “pacto de las organizaciones sociales y la CGT con el gobierno, que renuncian a las acciones de lucha por las reivindicaciones del movimiento popular”.
Télam y Efe