El próximo 21 de febrero, el Sindicato de Choferes de Camiones que conduce Hugo Moyano junto a su hijo Pablo encabezará un acto, que se prevé multitudinario, donde acusará al Gobierno nacional de Mauricio Macri de someterlo a una “persecución”, de la que formaría parte un sector de la Justicia.
A esa movilización, los Moyano intentaron sumar a algunos de los grandes gremios de la CGT pero lo que comenzó siendo una convocatoria de varios sindicatos, terminó siendo un llamado de Camioneros -con sus gremios aliados como Canillitas, Judiciales y Panaderos- más las dos CTA y gremialistas kirchneristas. Moyano no ha podido con los viejos rencores que despertó en sus tiempos de gremialista todopoderoso, cuando durante la presidencia de Néstor Kirchner y el primer mandato de Cristina- imponía su criterio sobre el resto, incluso arrebatando afiliados de otros rubros, como el de los Mercantiles de Armando Oriente Cavalieri.
Hugo Moyano lanzó la convocatoria junto a Luis Barrionuevo -titular del gremio de los gastronómicos- y su ladero, es estacionero Carlos Acuña, quien forma parte del triunvirato que conduce hoy la CGT. El 18 de enero pasado, el camionero y el gastronómico se mostraron juntos en Mar del Plata, donde hablaron de medidas de protesta contra el Gobierno nacional.
Allí, Acuña se convirtió en un defensor de la protesta y aprovechó para agitar la interna cegetista al cruzar duro a Héctor Daer, otro de los conductores de la central obrera, a quien calificó de “carnero”.
Pero pocos días después, Acuña sorprendió y se bajó de la marcha moyanista, cuando su jefe político Luis Barrionuevo decidió distanciarse de la protesta prevista para la próxima semana.
Otra sorpresa fue la deserción del titular del SUTERH, Víctor Santa María, quien también denuncia una persecución sobre su gremio, ya que la Justicia investiga los sospechosos movimientos entre su gremio y la obra social de los encargados con el empresario Andrés Stangalini.
El otro tropiezo que sufrió Moyano fue con la fecha elegida: la idea inicial fue movilizar el jueves 22 de febrero, lo que despertó las críticas de los familiares y víctimas de la Tragedia de Once, que ese día van a rememorar los 6 años de ese hecho que dejó 52 muertos en la terminal ferroviaria de Once.
El clan Moyano intentó licuar las críticas a la fecha elegida, al anunciar que habría un momento de recordación a las víctimas de la tragedia. Pero finalmente, por pedido de las organizaciones sociales y las dos CTA, Hugo Moyano adelantó la marcha para el miércoles 21.
Así, los llamados “Gordos” y los “Independientes” también dejaron solo al líder camionero en su protesta, por lo que Moyano quedó rodeado por dirigentes cercanos al kirchnerismo, como el estatal Hugo Yasky, el curtidor Walter Correa, el docente Roberto Baradel (hoy en medio de un fuerte enfrentamiento con la gobernadora María Eugenia Vidal), las organizaciones del llamado “Tridente de San Cayetano” -que el día 15 realizarán su propia protesta por la Emergencia Alimentaria- y dirigentes de la izquierda como la legisladora Myriam Bregman, el diputado Nicolás Del Caño y el delegado ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero.
Así quedó entonces configurado el mapa de los que van y los que no movilizan el próximo 21F a Belgrano y 9 de Julio, lugar del acto camionero.
LOS QUE SÍ VAN A LA MARCHA
Gremios
Organizaciones sociales
LOS QUE NO VAN A LA MARCHA