Cuando las crónicas del día indicaban que aunque estaba decidido a dar el paso clave para destrabar la grave crisis de gobierno -con un cambio de Gabinete a medida del reclamo de Cristina Kirchner- el Presidente aún no lograba formar el nuevo equipo, anoche cerca de las 23 todo cambió: lo que era un secreto a voces se hizo realidad y el Gobierno anunció que el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, era el nuevo Jefe de Gabinete, tal como quería la Vicepresidenta que lo había postulado para ese cargo.

Esto confirmaba la salida del cargo de jefe de ministros de Santiago Cafiero, la figura que más enojaba a Cristina y al kirchnerismo duro que desde diciembre de 2020 venía pidiendo a gritos su cabeza. Sin embargo, para sorpresa de propios y extraños, Cafiero, el hombre de mayor confianza del presidente Alberto Fernández, seguirá en el Gobierno. El Presidente lo designó como nuevo ministro de Relaciones Exteriores (Cancillería), desplazando del cargo al recientemente nombrado, Jorge Taiana.

Otra de las sorpresas del nuevo Gabinete es el regreso a los primeros planos del poder del ex jefe de Gabinete de Cristina, el siempre polémico Aníbal Fernández. El ahora ex jefe de Yacimientos Carboníferos de Santa Cruz se quedará, nada más ni nada menos, que con la Cartera de Seguridad.

Así queda fuera del Gabinete una ministra muy cuestionada por CFK desde la hora cero: Sabina Frederic, que por la mañana había asegurado a sus pupilos en el Ministerio que ella seguía y que le reactivarán la agenda porque nada había cambiado.

El ex ministro de Agricultura, Julián Domínguez, volverá a tomar la posta en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Allí tendrá el desafío de acercar posiciones con el campo, hoy con relaciones muy dañadas a partir del cepo a las exportaciones de carne.

Otro que toma vuelo en el Gobierno es Daniel Filmus, que a partir de ahora ocupará el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Hasta ahora se desempeñaba como secretario Estratégico por Malvinas.

En tanto Juan Ross será el nuevo secretario de Comunicación y Prensa que entra en reemplazo de Juan Pablo Biondi, otro de los hombres de mayor confianza de Alberto. Esta salida también fue marcada por el dedo implacable de Cristina que el jueves en su carta lo culpó a él directamente de fogonear "operaciones de prensa" con noticias falsas.

En una comunicación oficial, que acompañó la nominación del nuevo equipo, el Presidente resaltó y agradeció "el trabajo realizado por los funcionarios salientes" y recibió "el compromiso en esta nueva etapa de los ministros designados".

Según se informó, la jura de los nuevos integrantes del gabinete será el próximo lunes a las 16 en Casa Rosada.

La confirmación de los nuevos nombres que saldrán a jugar el segundo tiempo en la gestión de Alberto Fernández se conocieron anoche después de una jornada frenética en la Casa Rosada donde los gobernadores decidieron tomar el toro por las astas. Bajo la batuta del gobernador riojano, Ricardo Quinquela, y el mandatario sanjuanino, Sergio Uñac, resolvieron hacer una cumbre hoy en La Rioja de la que también dirá presente Alberto Fernández.

Al encuentro, para respaldar la figura del Presidente, están convocados todos los mandatarios peronistas y ya siete confirmaron su participación.

Durante todo el día hubo una intensa danza de nombres para ocupar cargos en el Gabinete con Daniel Scioli a la cabeza. Fue de los nombrados, el único de mayor jerarquía que al fin no quiso o no tuvo chances de entrar. Como sea, la movida intenta calmar las aguas en el seno del Gobierno.

 

  • Afirman que Guzmán seguirá en Economía

Además, habría un recambio tanto a un alto nivel como en áreas de bajo perfil. Una de las versiones más fuertes es que cada bando entregue una pieza importante, como una resolución política tras el daño autoinfligido en la coalición de gobierno. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro -los principales negociadores del nuevo pacto- terminaron de ser la mayor parte delasolución de la crisis.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, se quedará en su puesto, según dos altas fuentes oficiales, a pesar de que el eje del conflicto con Cristina Kirchner está en el funcionamiento del área económica.

Además, Guzmán es la pieza clave para cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que a esta altura del partido no quiere un nuevo intercolutor. Incluso, Cristina ratificó en su lapidaria carta que ella "nunca pidió" la cabeza de Guzmán.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el de Trabajo, Claudio Moroni, son dos blancos de constantes críticas por parte del kirchnerismo. Fernández no necesariamente resignaría a ambos.

Bandera blanca

Alberto Fernández decidió avanzar con el cambio de Gabinete para dar una señal de paz a Cristina Kirchner. Su plan original era hacer esos retoques después de las elecciones legislativas del 14 de noviembre. Su argumento era que un cambio ahora le dejaba poco margen para otro cambio dentro de dos meses si el gobierno volvía a tropezar en las urnas con una lapidaria derrota.