El Banco Central decidió ayer mantener los tipos de interés en el 60%, al esperar una aceleración de la inflación en agosto y septiembre como consecuencia de la fuerte caída de la moneda del país.
En un comunicado, el Banco Central expuso como el primero de los motivos para mantener esa elevada cifra que, aunque la inflación mostró una "desaceleración" en julio, los indicadores económicos que manejan apuntan a una "nueva aceleración" del avance de los precios en agosto y septiembre.
En concreto, el Comité de Política Monetaria pronosticó que en los números de agosto pesarán los aumentos de precios regulados decretados por el Gobierno, y en los de septiembre impactará "el traslado a precios de la volatilidad cambiaria" experimentada el mes anterior. En términos de actividad económica, el Central explicó que se han deteriorado sus proyecciones desde su anterior comunicado de hace un mes.