Mauricio Macri aprovechó el envión que le produjo el acuerdo con el FMI y se animó a zanjar la grieta que se había producido con el programa Cocineros Argentinos que este año está en su octavo temporada en la TV Pública.

 

Con la ayuda de su mujer, Juliana Awada, que fue la verdadera protagonista en la escena, grabó con Guillermo Calabrese y Pedro Lambertini, un tramo del programa que será emitido el  domingo.

 

Por lo que trascendió, Awada -junto a los cocineros- preparó una tarta con verduras de la huerta que cultiva en Olivos, explicó alguno de sus secretos de cocina y mostró el clima de distensión que se vive en la familia presidencial. "Mauricio la miraba embobado", dijo una persona de la producción.

 

Al terminar la media hora de filmación, que será incorporada al vivo del programa, Macri no quiso que nadie comiera la tarta que había preparado la primera dama y se apuró a llevársela para comerla el chalet presidencial durante el almuerzo, el último que tendría antes de partir de viaje a Quebec, a la reunión del G7 donde Argentina participará en calidad de invitado.