Después de varios días en los que priorizó la toma de distancia, y con el mismo término con el que fustigó a los empleados estatales la semana pasada, el presidente Mauricio Macri se metió de lleno en el conflicto social y político que aflige desde el fin de semana pasado a Santa Cruz y complica la gestión de la gobernadora Alicia Kirchner .

"Estamos seguros, y viendo lo que está pasando en Santa Cruz y en tantos otros lugares, de que tenemos que alejar la figura del Estado de que parezca un aguantadero de la política", dijo el Presidente durante un acto y en forma simultánea con un nuevo ataque verbal de la gobernadora contra la Casa Rosada. Alicia Kirchner respondió enojada por esos pedidos: "¿Cuál es el plan serio? ¿Echar gente? No lo voy a hacer".

 

Las críticas de Macri y su alusión implícita a la sobredimensionada planta estatal santacruceña (subió un 10 por ciento desde que Alicia Kirchner es gobernadora) no fueron aisladas.

 

En su exposición ante el Senado, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, habló de "una provincia con riquezas naturales que debe encontrar el modo de sanear sus cuentas públicas". Ocurrió al término de otra jornada de protestas, tomas de ministerios y acampes en la provincia en reclamo del pago de sueldos atrasados.

 

El Gobierno exige que Alicia Kirchner encare reformas en su deficitaria caja jubilatoria y achique los gastos de su planta estatal, cambios que la cuñada de la ex presidenta Cristina Kirchner rechaza.

 

"El Estado es un lugar que tiene que convocar a partir del concurso público, donde el prestigio, la capacitación, el esfuerzo diario, tienen que representar el trabajo que hace cada una de esas personas", agregó Macri en el CCK durante el lanzamiento oficial del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP), a cargo del ministro de Modernización, Andrés Ibarra.

 

La gobernadora contestó en duros términos. "¿Cuál es el plan serio? ¿Echar gente? No lo voy a hacer", afirmó Alicia Kirchner en declaraciones a LU 14 Radio Provincia. De inmediato pidió que las represas provinciales cuya construcción está frenada "estén funcionando" y que Santa Cruz vuelva a recibir "los reembolsos (a las exportaciones por puertos patagónicos)", unos $ 345 millones anuales, calculó.

 

"Hoy todo está sujeto a los ingresos de los empleados públicos, ellos son los que mueven la economía en la provincia. Eso pasa porque están bajando las regalías petroleras. Todo está bajando en la economía, no solamente en Santa Cruz, sino en todo el país", apuntó la mandataria, dejando en claro que su intención, y la de su cuñada Cristina Kirchner, es no seguir los consejos provenientes de Balcarce 50. Reconoció, de todos modos, que la planta de estatales de la provincia "es de 54.301 empleados públicos entre activos y pasivos, más 20.000 municipales", dijo.

 

En la Casa Rosada volvieron a calificar de "delirio" estos argumentos. "Subieron el número de empleados de manera abrupta y generaron ocupación de manera artificial. Les decimos que arreglen los números, ellos sabrán de qué manera hacerlo", afirmaron cerca del jefe de Gabinete. "Tienen un esquema inviable y podrían hacer muchas cosas con ayuda de la Nación", agregó otro vocero.