Luego de estar poco más de un mes en Francia y Suiza, Mauricio Macri ya se subió al avión en París para regresar a la Argentina, adonde llegará este jueves en medio de un clima político enrarecido por las peleas entre el oficialismo y la oposición, que reforzará la idea del ex presidente de que Juntos por el Cambio tiene que profundizar su postura crítica contra el Gobierno.
Sus colaboradores aún no saben si Macri pasará las dos semanas de aislamiento preventivo que marca el protocolo sanitario en su casa de la localidad de Acassuso o en la quinta familiar Los Abrojos, y cuando aterrice en Ezeiza se enterará de que la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, tiene coronavirus y está internada. En la última charla que tuvieron, este martes, ella alcanzó a comentarle que tenía “unas líneas de fiebre”, pero la confirmación del contagio llegó cuando Macri estaba por embarcar.
El ex presidente mantendrá por la tarde una videollamada con Bullrich y otros dirigentes de Juntos por el Cambio para enterarse de las últimas novedades políticas y definir acciones ante el recalentamiento de las tensiones entre el Gobierno y la oposición, incluso en la Cámara de Diputados, en donde hasta ahora había buen diálogo. Según se interpreta en JxC, la dinámica confrontativa que le está imprimiendo Cristina Kirchner al oficialismo contagió a Alberto Fernández y también a Sergio Massa.
Así como la postura radicalizada del Gobierno es sostenida por la Vicepresidenta de la Nación, Macri es el dirigente opositor que con más énfasis cree que hay que endurecerse aún más contra el Gobierno. Ambos son en estas horas los virtuales ganadores de sus correspondientes contiendas internas para determinar quién maneja los hilos en el oficialismo y en la oposición agrupada en JxC.
Macri había partido a Europa el 30 de julio pasado junto con su esposa Juliana Awada y la hija de ambos, Antonia, para cumplir con una agenda de actividades vinculadas a su rol como presidente de la Fundación de la FIFA, que tiene sede en Zurich, Suiza, pero, debido a los requisitos sanitarios de Francia para los que llegan países americanos, debió quedarse 14 días en cuarentena en París.
Su viaje despertó fuertes polémicas, incluso en Juntos por el Cambio, ya que se trata de un importante líder opositor que se fue del país por segunda vez en medio de las restricciones que impone la pandemia (ya había viajado el 14 de julio a Paraguay para reunirse con el ex presidente Horacio Cartés y con el actual mandatario Mario Abdo Benítez).
Apenas aterrizó en París, Macri hizo sus primeras declaraciones a Infobae en las que aprovechó para criticar indirectamente a Alberto Fernández: “Recién llegado a una sociedad donde se vive en libertad y con responsabilidad. Acá haré la cuarentena europea y recién ahí puedo ir a trabajar a Zurich”.
A Suiza llegó el 18 de agosto y posteó en su cuenta de Instagram, con una foto en su flamante oficina en Zurich: “En las oficinas de la Fundación FIFA donde voy a desarrollar proyectos dedicados a la juventud y la educación”. Además de las reuniones de trabajo, jugó un partido de fútbol organizado por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para darle la bienvenida a la entidad. Y se reunió con el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), Jean Todt, quien lo invitó a sumarse a una campaña internacional que impulsa acciones para reducir los accidentes automovilísticos.
Macri no descuidó la política: luego del banderazo del 17 de agosto contra el Gobierno, y en medio del debate interno entre duros y dialoguistas de Juntos por el Cambio, publicó en su cuenta de Twitter un mensaje con el que intentó reforzar su postura intransigente ante Alberto Fernández adentro de la coalición opositora. “Orgulloso de los miles de argentinos que salieron ayer para decirle basta al miedo y al atropello, y sí al trabajo, al respeto y a la libertad”, fue el mensaje del ex presidente.
Durante su estadía europea también mantuvo una fuerte polémica con el Presidente, que le atribuyó haberle dicho por teléfono poco después de decretar la cuarentena obligatoria que se dejara “a toda la gente en la calle y que murieran los que tuvieran que morirse”. Macri negó haber pronunciado esa frase. “De ninguna manera dije las cosas que ha relatado en estos días”, dijo Macri en las redes sociales, y afirmó que “la credibilidad de la palabra presidencial debe ser cuidada como un tesoro”.
Macri participó todas las semanas de las reuniones por Zoom de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio. El lunes pasado, participó cuatro minutos del encuentro en el que se resolvió endurecer la postura contra el Gobierno y, en su única intervención, destacó que la oposición había tenido “muchos gestos en favor del diálogo” y advirtió sobre el Gobierno que “está claro que vienen por todo”.
Cuando estuvo en París, Macri y su familia tuvieron un encuentro de una hora y media con el presidente Emmanuel Macron, en el Palacio del Elíseo, en donde le contó al mandatario francés muchos detalles que éste no conocía acerca de “la cuarentena más larga del mundo”, como calificó al aislamiento obligatorio en la Argentina, y los “múltiples perjuicios” que ocasiona a la gente.