¿Qué tienen en común el CEO de FIAT en el país Cristiano Ratazzi, el presidente de Estudiantes Juan Sebastián Verón, el titular de la FIFA Gianni Infantino, el actor Luis Brandoni, el escritor Eduardo Sacheri, Miguel Pichetto, Daniel Scioli y el ensayista Juan José Sebreli, los sindicalistas Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN) y Armando Cavalieri (Comercio)?

 

Fueron nada más que algunos de los 400 invitados al brindis de honor en el Museo Casa Rosada, que encabezaron Mauricio Macri y Giuseppe Conte, presidente del consejo de ministros de Italia, luego de la reunión bilateral en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada y tras el saludo formal en el Salón Blanco de Balcarce 50. 

 

También se esperaba la presencia de todos los ministros del Gabinete, de un nutrido grupo de gobernadores de los miembros de la Corte Suprema, senadores y representantes de cámaras empresarias que habían recibido las invitaciones enviadas por el secretario General de Presidencia Fernando de Andreis. El jefe de Gobierno de la Ciudad Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal no asistieron al convite. Sí lo hicieron el chaqueño Domingo Peppo, el santiagueño Gerardo Zamora y el tucumano Juan Manzur. 

 

Ambos mandatarios brindaron breves discursos luego de que se entonaran los himnos de ambos países en las inmediaciones de la vieja aduana Taylor, donde se levanta el museo. Macri solo permaneció unos minutos antes de dirigirse a Olivos, donde por la noche recibirá al primer ministro canadiense Justin Trudeau y a su esposa. 

 

La de Macri y Conte, se trata de la tercera reunión bilateral de la agitada jornada del Presidente, en la víspera del G20.

 

"Como bien saben los que están acá, la influencia italiana en Argentina es enorme. Una gran parte de los argentinos somos o hijos o nietos de italianos. Por eso cada vez que viajamos nos sentimos cómodos, como si estuviéramos en casa", celebró Macri. 

 

"Ratificamos nuestro compromiso al diálogo, al comercio mundial, al multilateralismo, a la agenda verde esperando que a partir del diálogo potenciemos las coincidencias y administremos los desacuerdos. Ese es el espíritu: ¡Viva Italia y viva la Argentina!", cerró el Presidente.

 

Conte, por su parte, destacó que su visita a la Argentina es su primera escala en la región y agradeció al mandatario argentino por la recepción. "Un principio de gobierno es necesario en un mundo globalizado, pero también muy fragmentado", analizó.