Con sabor amargo y con la fuerte sensación de que en esta causa judicial su suerte está echada, el expresidente Mauricio Macri se negó a declarar ayer ante el juez Martín Bava, que lo investiga por supuesto espionaje ilegal sobre los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan. Pero cumplió con su cometido de entregar un escrito en el que aseguró que "jamás" espió ni ordenó espiar a nadie, y pidió ser sobreseido. De paso ironizó sobre el apuro del juez de procesarlo antes de las elecciones legislativas del 14 de noviembre.
Acompañado por un grupo de allegados, entre ellos varios funcionarios y militantes, Macri llegó a los Tribunales federales de Dolores caminando desde la plaza y realizó un trámite exprés ante el juez Bava: "Jamás ordené ni posibilité la realización sistemática de tareas de inteligencia expresamente prohibidas por la ley 25.520 y sus modificatorias. Jamás espié ni ordené espiar a nadie. Jamás recibí ni utilicé información de inteligencia alguna respecto de los familiares del ARA San Juan ni de ningún buque pesquero", expresó en el escrito.
El arribo previo del exmandatario a la sede municipal de Dolores estuvo signado por un episodio que generó repudios entre la dirigencia de todos los espacios políticos ya que agredió a un trabajador del canal C5N, al tomar y tirar al suelo el micrófono del cronista que se encontraba cubriendo el hecho, acción que generó el repudio de las organizaciones profesionales que nuclean a periodistas.
A los pocos minutos de ese hecho, y acompañado por su abogado Pablo Lanusse, Macri se dirigió al Juzgado federal de Dolores donde lo esperaban el juez subrogante Martín Bava y el fiscal Juan Pablo Curi, quienes tenían preparadas sus respectivas preguntas para formular durante la indagatoria, en el caso de que el expresidente accediera a declarar.
La indagatoria comenzó pasadas las 12 con la lectura de los hechos que se imputan al expresidente tal como ocurrió en la fallida indagatoria de la semana pasada cuando el juez no contaba con la autorización para relevarlo del secreto de Estado. Ahí Bava le preguntó a Macri si iba a declarar y el expresidente respondió: "Lo que le voy a decir primero es que usted sabe que debería haber suspendido la audiencia por todas las cosas que están en curso. Pero queda claro que usted está muy apurado para procesarme antes del 14 (de noviembre, por la fecha de las elecciones legislativas). Con lo cual yo no le quiero demorar más el tiempo. Voy a consignar un escrito, no voy a contestar preguntas, así usted puede seguir con las formalidades".
Ante esa primera negativa, el magistrado le preguntó a Macri si quería responder las preguntas de la fiscalía, pero el expresidente volvió a ofrecer una respuesta negativa, y luego completó: "No, no quiero demorarlo, a ver si no llega antes del 14".
Con la indagatoria concluida, el juez quedó en condiciones de resolver la situación procesal del exmandatario, quien a su vez lo acusó de tener el procesamiento ya redactado, de actuar bajo motivaciones políticas para apoyar al oficialismo y de no estar en condiciones de intervenir en el expediente. "La imputación que dirige en mi contra no tiene pies ni cabeza, y sólo encuentra explicación, tristemente, en el escenario electoral en el que nos encontramos. Lo que no sólo lamento inmensamente por los héroes víctimas del ARA San Juan y por sus familias, sino también por nuestra República, nuestras instituciones", sostuvo Macri. "Como Presidente de la Nación jamás espié ni ordené espiar a nadie, y tampoco tuve carpetas con transcripciones de escuchas ilícitas de espionaje ilegal sobre ciudadanos. Ese, señor Juez, no es mi caso", aseveró Macri, quien además apuntó sobre Bava al asegurar que el juez lo "introdujo" en el expediente "por la ventana".
De qué se lo acusa
Macri está imputado por supuestas maniobras de espionaje ilegal porque, al ejercer la Presidencia, era el responsable de fijar los lineamientos estratégicos de la política de inteligencia nacional, de acuerdo a la ley de inteligencia (25.520), según la citación a indagatoria que Bava firmó el 1 de octubre pasado.
Denuncia y disculpas en un día agitado
El canal C5N denunció ayer a Mauricio Macri por "robo, daño y agresión", luego de que el expresidente le arrebatara el micrófono a un periodista de esa señal que cubría su llegada a Dolores.
La denuncia fue radicada por Nicolás Munafó, el periodista que sufrió la agresión, ante la comisaría de Dolores. A partir de la denuncia se inició una investigación penal preparatoria para acreditar el hecho y su autoría, en la que intervienen la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N´ 5 de Dolores y el Juzgado de Garantías Nº 2 de ese Departamento Judicial. Antes de la denuncia, Macri se disculpó por el gesto agresivo que tuvo hacia la prensa durante el ingreso a la sede comunal de Dolores y lo atribuyó a un "acto reflejo". "Mis disculpas por lo que pasó hoy al bajar del auto. Fue un acto reflejo al ver que se me venían los micrófonos encima. Lamento que haya terminado en el agua", expresó desde su cuenta de Twitter.
Pedido para que se cite a la jefa de la AFI
En su descargo por escrito, Mauricio Macri incluyó la declaración de los exjefes de Estado de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) que lo apoyaron y pidió que se cite, en condición de testigos, a una docena de personas entre las que se encuentran la actual interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y denunciante en este expediente, Cristina Caamaño.
Macri quiere que Caamaño "ratifique la denuncia presentada por escrito en esta causa", y que lo haga "bajo juramento de ley y asumiendo las responsabilidades personales que ello implica, responda a preguntas vinculantes" realizadas por la defensa.